Dos cañones de Cabo Silleiro son privados

Daniel Portela Otero BAIONA / LA VOZ

BAIONA

M.MORALEJO

Quedan excluidos de la compra del Concello de Baiona al estar en fincas particulares

24 ago 2021 . Actualizado a las 03:08 h.

El viernes se desató la polémica en el pleno extraordinario de Baiona por la compra de la batería militar de Cabo Silleiro, que el Concello adquirirá al Ministerio de Defensa por 369.060 euros. La oposición critica el desconocimiento sobre la ubicación de los 96.626 metros cuadrados incluidos en la operación, mientras el gobierno local -formado por PSOE, BNG y Nós- defiende lo contrario. Sin embargo, en algo sí están de acuerdo: dos de los cañones de Cabo Silleiro quedarán excluidos. Pertenecen a fincas privadas, confirma el alcalde, Carlos Gómez.

Según el Partido Popular, no coincide el mapa del Catastro con el del Registro de la Propiedad. Este último solo especificaría que una de las parcelas, la de mayor tamaño, delimita por el oeste con la carretera Baiona-A Guarda, pero no con quien lo hace por el resto del perímetro. Atendiendo al mapa catastral, una parte del tonelaje militar quedaría fuera, incluidos sendos cañones. El grupo de la oposición señala la admisión por parte del alcalde de la existencia de esta discordancia. Sin embargo, este aclara que esas no fueron sus palabras: «No digo que no haya un error, pero tampoco digo que lo haya». «Sabemos muy bien qué es lo que compramos», defendía ayer Gómez. Afirma haber revisado las notas simples del Registro de Propiedad, donde no advirtió ninguna discrepancia. Si ese error finalmente existiese, estaría relacionado con que no hay documentación de cómo se hizo la expropiación de los terrenos. Con todo, el edil insiste en que se encuentran aún en el inicio de la operación.

El acuerdo se cerró en marzo después de que el Concello mostrase su interés por los terrenos y, consecuentemente, se paralizase la subasta pública. El PP apunta que Baiona será el único municipio que pague por unas baterías militares. Acusa al tripartito de no haber solicitado una cesión. «No era posible», asegura Gómez.

El Ayuntamiento lanzó en junio un concurso de ideas para decidir cómo será la recuperación del espacio. Quiere que sea un espacio de ocio para disfrute ciudadano y espera que haya propuestas para elegir la mejor, favoreciendo una participación mixta público-privada.