En la plantilla del establecimiento, además de los 15 empleados directos, hay subcontratas de tres o cuatro trabajadores más. García cuenta que dada la legislación se vio obligado a pedir un ERTE impeditivo pero el Real Decreto del 17 de marzo dice que los trabajadores contratados después de esa fecha no tienen derecho a las prestaciones así que hay ocho empleados que reciben subsidio del Estado y otros siete que no lo cobran. Y no es culpa del empresario sino del marco legislativo. «Lo estoy pasando mal por mis empleados porque no tienen otro medio para vivir, pero los políticos han hecho unas normas sin tener en cuenta estas situaciones», asegura García.
De su trabajo depende de numerosos proveedores porque solo los encargos de pescado fresco pueden sumar en épocas altas 5.000 euros. Con el cierre no podido congelar el pescado porque «no queremos alterar la calidad». «Algunos carnes si hemos podido congelarlas», añade el hostelero que también es distribuidor.