El gobierno local apuesta por proteger la última cabaña de caballos salvajes del mundo y programa bautizos equinos
11 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Ni dromedarios, ni camellos, ni ocas ni llamas. Los animales protagonistas de la 27 edición de la fiesta que conmemora el 527 aniversario de la llegada a Baiona de la mayor noticia de la Historia Moderna serán los que, posiblemente ya paseaban por la Serra da Groba cuando Pinzón arribó a la villa. Habrá cetrería, que es uno de los atractivos habituales del certamen, pero se caen del cartel los demás animales domésticos que, en otras ediciones formaban parte de la granja de la Arribada. «Es una decisión basada en la concienciación ambiental y en el respeto a los animales. La fiesta está asegurada manteniendo el rigor histórico y la calidad», confirma la concejala de Cultura y Deportes de Baiona, Míriam Mar Costas Iriarte.
El equipo de gobierno considera que exponer a estos animales a los ruidos y a la masificación de esos días es un mal gratuito, que incluso repercute negativamente en las arcas municipales y en la propia cultura local y su apuesta se centra en poner en valor a la última cabaña de caballos salvajes del mundo. «Antes venía un espectáculo estilo granja o zoológico con diferentes especies, pero consideramos que lo propio es ayudar a proteger y preservar nuestros caballos de la Serra da Groba, que están en vías de extinción», defiende la concejala. Insiste en el «respeto hacia los animales» por lo que, aunque habrá caballos, avanza, «todos vendrán con su propio cuidador». No solo habrá caballos de A Groba porque también formarán parte del elenco cuatro bueyes de pura raza gallega.
Tanto la concejala de Cultura como el alcalde, Carlos Gómez, reiteran su apuesta por una fiesta en la que el rigor histórico siga siendo la prioridad. «¿Por qué íbamos a traer camellos teniendo nuestros caballos de A Groba? Hay que poner en valor el producto autóctono y fomentar la concienciación de respeto a los animales, con menos en exposición», sostiene el regidor.
Las actividades equinas equilibran las ausencias de los que solo venían como muestra ya que están programadas dos sesiones diarias de bautizos equinos para que los niños puedan conocer de cerca al animal que desde hace más de mil años sobrevive en la sierra y que es protagonista a su vez de la ancestral tradición de la rapa das bestas, igualmente importante en la cultura y la historia gallega. «Los niños no solo podrán acercarse a los equinos sino aprender cómo se cepillan, limpian o se cambian las herraduras», explica la edila de Cultura de Baiona.
El regidor destaca el tándem «pedagógico y cultural» del caballo y de los bueyes si bien el cambio favorece también al presupuesto del certamen aunque no sea ese el motivo del cambio. La previsión apunta a que el presupuesto se rebaje hasta en 60.000 euros respecto a otras ediciones pero sin recortes en cultura ni en actividades lúdicas
El gobierno local de Baiona da también un paso más para acercar la fiesta de la historia más importante a todos los públicos ya que no habrá fuegos artificiales, permitiendo así conciliar intereses, facilitando la participación de personas con menos tolerancia a los ruidos y favoreciendo también la estancia de los animales durante esos días. La concejala de Cultura no especifica si se celebrará la tradicional tirada de bombas de palenque para abrir el mercado medieval.
La feria de época cumple este año un cuarto de siglo y la fiesta llega a su quinta edición como de Interés Turístico Internacional. Baiona se sumergirá en el Medievo desde el viernes 28, que es festivo en el municipio y disfrutará de tres días de actos para todos los públicos y gustos en distintos emplazamientos.