Cuando las aguas fecales inundan tu casa

Monica Torres
mónica torres BAIONA / LA VOZ

BAIONA

MONICA

Una alcantarilla desborda cada vez que llueve y llena de excrementos el bajo de una familia en Sabarís

18 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Sabarís no es Dinamarca, pero una de las frases más famosas de toda la producción dramática de William Shakespeare encaja a la perfección con el desagradable problema que sufren unos vecinos de la parroquia de Baiona. Cada vez que llueve lo suficiente como para que se colapsen las alcantarillas, algo huele a podrido en la casa de Francisco González y de su mujer, Encarna Cardoso.

No es una situación nueva y mucho menos en los últimos meses, en los que se han sucedido varios temporales. Este jueves se repetía la escena. Poco después de las cinco de la tarde comenzaron a brotar al exterior aguas fecales que se repartían como un torrente por toda la entrada de su vivienda en Sabarís, inundando también el bajo de la residencia, ubicada en las inmediaciones de la salida de la autopista.

Viven en el número 1 del lugar de Punxido. «Cada vez que chove desborda a alcantarilla que está xusto diante do portal e énchese todo destas augas e nos inunda. Ademais, temos unha persoa maior na casa con alzhéimer e, se lle pasa calquera cousa, non podemos sacala da casa», advierten los afectados.

Al hedor de las aguas fecales que quedan estancadas a la entrada y en el bajo de la vivienda se le suma la acumulación de restos, excrementos e, incluso, de compresas. «Ademais das augas fecais saen todo tipo de cousas de debaixo da alcantarilla que enchen todo de porquería», explica con pesar el matrimonio.

El bajo queda impracticable, apuntan. Por eso «no inverno temos que sacar todo de aí para non perdelo, tamén en canto reventa a alcantarilla». «Xa non sabemos que facer. Cando xa non hai auga no rego, entón vai baixando, pero con moita lentitude, e así sempre con cada chaparrón, queda así toda a rúa», indican. Los afectados están visiblemente agotados por la situación. «Xa presentamos varias queixas ante o Concello e en Gestagua, pero xa pasaron outros dous meses e aínda non nos deron resposta algunha», añaden. La Voz no consiguió ayer contactar con el alcalde para que valorase el problema que afronta esta familia de Sabarís.

«Que nos deparará o inverno? Seguirán os veciños ca auga debaixo da cama?». Así traslada también su malestar en las redes sociales la asociación de vecinos Castro e Ladeira Sabarís, tras inundarse de nuevo dos veces la conocida como Ponte Nova el jueves. «Seguimos esperando a que o Concello solucione na maior brevedade posible as obras menores nas cunetas, que non dan abasto», recuerdan los vecinos.

Sabarís y la gasolinera de Oia son dos de los puntos negros en lo que a inundaciones se refiere. Una nueva riada anegó la gasolinera de Viladesuso esta misma semana.

La canalización del río Seco a su paso por estación de servicio y por la carretera de la PO-552 que une Baiona y A Guarda no aguantó el aumento del caudal debido a la maleza arrastrada por el agua, que acabó taponando la alcantarilla y se desbordó. El agua inundó la gasolinera y la carretera, que estuvo cortada hasta que una retroexcavadora retiró la maleza que obstruía el cauce del río. «No bajaba casi agua por el río, pero de repente se empezó a inundar todo. Menos mal que hay una rejilla y no vinieron las piedras como otras veces. El agua nos daba por la rodilla», recuerda Cristina Salinas, responsable de la estación. «Pusimos unas tablas y unas mantas para que no entrara agua en la tienda», explica.

El agua también llegó hasta un hotel cercano y anegó todo el jardín de este establecimiento. «Al menos esta vez el agua no nos entró en el hotel y solo tenemos que conseguir limpiar el entorno», señalaba la resignada propietaria.

Los vecinos, tanto de Sabarís como de Santa María de Oia, no ocultan su preocupación ya que el invierno no ha hecho más que empezar y aún quedan muchos meses de lluvia por delante.

La familia de Francisco y Encarna imploran para que no suceda... si en el Concello no les dan solución.