Talasoterapia en cetárea del siglo XIX

Monica Torres
mónica torres BAIONA / LA VOZ

BAIONA

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Baiona se convierte en el primer municipio gallego que cuenta con una piscina natural de mar con chorros y gratuita

21 oct 2018 . Actualizado a las 06:00 h.

Los orígenes de la talasoterapia se remontan a las primeras civilizaciones y, aunque ahora sean terapias en auge, los baioneses fueron de los primeros en «ir a tomar los baños». Cuando el doctor Cordero y el señor Ordóñez consiguieron levantar en el año 1896 un balneario en la playa Concheira, hasta los campesinos que extraían estas algas impregnadas de yodo como abono de sus tierras, sabían del poder terapéutico del agua salada. El doctor Almuiña y el señor Rodal han reeditado aquel hito 122 años, al inaugurar el primer talaso al aire libre de Galicia. El primero, siendo alcalde de la villa, recuperó la cetárea del siglo XIX para habilitarlo como solario. Su sucesor en el cargo, que antes de asumir el bastón, formó también parte de esta reconversión ya que era el concejal de Medio Ambiente, lo ha transformado ahora en un talaso en el que, desde ayer, entran cuatro chorros directos del Atlántico sobre un vaso de más 300 metros cuadrados.

Las obras ponen fin al proyecto Poseidón, que arrancó con las mejoras en el entorno para habilitar un espacio público con solarium en el antiguo vivero de mariscos que funcionó junto a la Torre de la Tenaza hasta los años 70 del pasado siglo. Ahora la balsa, de 300 metros cuadrados, se llena de agua de mar y cuenta con cuatro chorros de hidromasaje, dos de ellos de lámina y otros dos más potentes. La empresa local Aqua-Nor fue la encargada de ejecutar este proyecto, por un importe de 60.582 euros financiados con cargo al Plan Concellos de la Diputación de Pontevedra de 2016. La dificultad técnica y la tramitación burocrática, ya que la instalación está en plena península del Monte Boi, por lo que hubo que asegurarse el visto bueno de las administraciones con competencias en este espacio natural, dilató los plazos iniciales.

Desde ayer ya se puede disfrutar de forma totalmente gratuito de este talaso ubicado a los pies del parador Conde de Gondomar y con vistas directas a las Islas Estelas y Cíes. Ahora el gobierno municipal trabaja en la ordenanza que pondrá normas sobre el espacio. Se trata de optimizar su funcionamiento, evitar aglomeraciones y que todos los vecinos puedan disfrutar gratis de una instalación pionera. Se baraja la colocación de pulsadores para limitar a cinco o diez minutos el uso para facilitar la rotación. La estructura estará dotada además de materiales resistentes al vandalismo en la medida de lo posible. Está previsto que permanezca abierto entre los meses de abril a octubre.