Baiona pondrá multas de hasta 150 euros por no recoger los excrementos de perros

La Voz

BAIONA

M.MORALEJO

Las campañas de concienciación del Concello no han funcionado

16 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Concello de Baiona ha decidido tomar medidas para mejorar la imagen de varias calles del municipio, especialmente en el casco viejo, donde es habitual encontrarse numerosos excrementos de perro por el suelo, después de que las campañas de información no hayan surtido efecto. La concejala de Medio Ambiente, María Iglesias, asegura que se empezará a multar a los dueños de animales que no recojan las deposiciones. Concretamente, la ordenanza reguladora de la circulación de perros por las vías y espacios públicos plantea considera este comportamiento como una infracción grave, sancionable con multas de entre 90 y 150 euros.

«De momento no se ha multado a nadie, pero a partir de ahora sí que lo haremos. Sentimos tener que recurrir a esto, pero parece que es la única forma de que la gente se conciencie», asegura María Iglesias.

El gobierno local recuerda que los dueños no tienen únicamente la obligación de cumplir escrupulosamente con el calendario de vacunas. El artículo 4 de la ordenanza limita la acción de los canes en las vías públicas. En él se recoge que los dueños deberán ocuparse de que no ensucien las calles y los espacios públicos con sus deposiciones. En el caso de que estas se produzcan, están obligados a limpiar los excrementos de forma inmediata por un motivo meramente higiénico y de respeto al resto de peatones. El Concello de Baiona denuncia que, debido al comportamiento incívico de algunas personas, son los empleados municipales de limpieza quienes están recogiendo los excrementos de las calles.

Toda esta información ya ha sido puesta en conocimiento de la Policía Local, a la que se le ha trasladado la orden de ejercer una mayor vigilancia desde ya para poder sancionar este tipo de conductas.

Prohibiciones

Otros artículos de la ordenanza de circulación de perros por las vías públicas también recoge la obligatoriedad del microchip identificativo, el uso obligatorio de bozal para las razas consideradas peligrosas, la obligatoriedad de los animales de ir sujetos por una cadena o correa y la prohibición de que circulen por las playas y los espacios públicos de acceso a ellas en verano.