Ignacio Alzueta, un químico visionario y emprendedor

a.martínez VIGO / LA VOZ

BAIONA

BENITO

Emprendedor vasco, vio cumplido su sueño de crear una gran empresa

30 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Falleció Ignacio Alzueta, un hombre emprendedor que llegó del País Vasco hace más de 50 años y que cumplió su sueño de crear una gran empresa. Ignacio Alzueta fue un visionario. Su padre tenía una fábrica de papel, pero el olor a mar tuvo más atracción que la pasta de celulosa e intuyó el nicho de mercado de las algas para la industria alimentaria. Pasó un año en Noruega observando la investigación puntera en este campo. Y de los fiordos se desplazó a las rías Baixas. En O Porriño fundó la Compañía Española de Algas Marinas (Ceamsa). Eso fue en 1967. Empezó poco a poco, con diez empleados. Muchos vecinos de Baiona y de Oia complementaron sus ingresos vendiéndole las algas que recogían en la zona. De estas costas salieron toneladas de Carrapicho y Xerez.

Pero pronto la producción se quedó pequeña, hasta el punto de que hoy en día importan la mayor parte de su materia prima. La empresa, cuyas riendas lleva su hijo, es la única que produce carragenanos de España y líder mundial en la producción de este gelificante natural que se extrae de las algas rojas y cuyo uso se extiende por la industria alimentaria y farmacéutica. La Cámara de Comercio de Tui le otorgó el año pasado la medalla al mérito empresarial.

Alzueta fue además un apasionado del golf. Esta gran afición le llevó a ser uno de los impulsores del campo de Domaio y abrió las puertas a muchos otros clubes en Galicia.

Una parada cardíaca se llevó la vida de Ignacio Alzueta. Familiares, amigos y trabajadores de Ceamsa lloran su pérdida. Para muchos de ellos, más que un patrón, fue como un padre.