Agua bien fría para conjurar catarros

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

BAIONA

Alejandro Martínez

Un hombre de 59 que está de visita en Baiona se baña todos los días en la playa de Ribeira pese a la ola de frío

02 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La ola de frío polar que llevamos días padeciendo no lo detiene. Un vigués que está a punto de cumplir 60 años se baña a diario en la playa de Ribeira de Baiona y toma el sol. Tomás Romero es guardia civil y reside en Fuerteventura desde hace 16 años. Allí desarrolló su pasión por los deportes náuticos y todos los días se da un chapuzón en las cálidas aguas de aquellas latitudes. Por motivos personales, ha venido una temporada a Galicia y no por ello va a dejar de ser fiel a sus costumbres.

Las bajas temperaturas no son una excusa para renunciar a su rito diario de sumergirse en el agua salada. Así se carga de energía cada día. «Al salir del agua, te quedas de maravilla, relajadísimo, te quitas el estrés completamente», reconocía ayer después de dar unas brazadas cerca de la costa.

A Tomás le encanta nadar y no quedarse quieto en el agua. Unas veces sobrepasa la réplica de la carabela Pinta y vuelve otra vez a la playa. Pese a que lo suyo es estar a flote, tiene los pies en la tierra y reconoce que con el agua tan fría tampoco puede ir muy lejos por una cuestión de seguridad.

«Mi mujer dice que tenga cuidado. A veces salgo para afuera, pero hoy hace mucho frío y llega un momento en el que el cuerpo lo nota y hay que ser muy prudente para no sufrir ningún contratiempo que después haya que lamentar», afirma.

Luego se seca a pleno sol. Lo hace en una esquina de la playa urbana de Baiona, junto al muro que la separa del club de yates Monterreal.

Dice que es un sitio especial porque allí no hay corrientes de aire y no siente el frío cuando se tumba en la toalla. «Es una sauna, da gusto», dice. Muchas veces utiliza un traje de neopreno para protegerse del frío. Pero en esta ocasión no se lo ha traído de Fuerteventura. «Yo te digo una cosa, no noto el frío, una vez que te metes dentro del agua, no lo sientes», asegura.

Tampoco sabe lo que es sufrir un resfriado, a pesar de que no se suele abrigar nunca durante el invierno. Cree que bañarse todos los días en la playa y hacer mucho deporte le mantiene en un buen estado de salud y lejos de sufrir enfermedades.

Sorprendente

Su afición al mar no deja de sorprender a propios y extraños durante estos días en Baiona. Mientras los vecinos han sacado su ropa de abrigo del armario para combatir la repentina bajada de la temperaturas que nos ha situado a las puertas del invierno, Tomás pasea por la playa con un bañador como único atuendo después de haberse refrescado en el mar. «El agua debe estar a unos seis grados. Hoy sí se nota que está bastante fría», manifiesta, sin que eso parezca importarle demasiado. Estos días de sequía en los que luce el sol y casi no hay nubes en el cielo, también le animan a bajar a la playa.

A finales de enero regresará para Canarias, donde seguirá muy ligado al mar. Mientras tanto, seguirá aprovechando su tiempo libre para disfrutar de la playa Ribeira.

Es muy aficionado al windsurf, así como otros deportes náuticos, que practica de toda la vida. Actualmente se encuentra pasando una temporada en Baiona porque tiene un familiar que está enfermo y necesita cuidados, por lo que dedica a su estancia en Galicia parte de sus vacaciones. Afirma que hacía más de cinco años que no visitaba la villa turística y que poco a poco va cambiando su aspecto, ahora con esa rotonda que se está construyendo frente al puerto pesquero para reordenar el tráfico.