El vigilante de Baiona atacado por dos percebeiros furtivos se ratifica en su denuncia

E.V.Pita VIGO

BAIONA

Oscar Vazquez

Xosé Lourenzo fue sometido a un examen forense por sus lesiones en la cabeza y la espalda

18 ago 2017 . Actualizado a las 13:10 h.

El vigilante de la cofradía de Baiona atacado con un rastrillo por dos percebeiros furtivos se ha ratificado hoy en su denuncia en el juzgado de instrucción número 8 de Vigo, en funciones de guardia. Antes de declarar, Xosé Lourenzo tuvo que pasar un examen forense en el que los médicos le detectaron una brecha en la cabeza que requirió sutura con seis grapas y contusiones en la espalda.

Lourenzo señala que sus atacantes son padre e hijo, los cuales habían sido expulsados del plan de marisqueo de la cofradía en tres años consecutivos. Considera que no actúan por hambre si no por avaricia ya que se podrían haber sumado al plan legal pero ganan más como furtivos. Lamenta que, tras hablar con ellos tras la agresión, no le hubiesen pedido perdón. 

El magistrado decidió no celebrar un juicio rápido porque el implicado y su padre se declararon inocentes. El caso tendrá que examinarlo otro tribunal porque el fiscal quiere continuar la investigación y pedir más pruebas y testimonios.

El abogado de los denunciados ve contradicciones en la declaración que hizo hoy el agredido y le reprocha que ahora intente culpar también al padre del sospechoso. Añadió que los implicados son socios de la cofradía y que la agresión ocurrió por la noche y a causa de un «movimiento involuntario» del hijo, quien no tenía intención de lesionar a nadie en medio de la oscuridad. Recalca que el vigilante que los abordó, cuando vestían un traje de neopreno, tenía que haberse identificado ante los supuestos furtivos. En su día, el padre ya fue denunciado por el mismo vigilante y recuerdan que este perdió hace un año un pleito en la Audiencia contra otros mariscadores que le acusaron de denuncia falsa.