La madre soltera vetada por el cura de As Neves consigue ser madrina en otra parroquia

Iria Juiz LA VOZ / VIGO

AS NEVES

Francisco Javier de Ramiro Crespo, cura en la parroquia de San Xosé de Ribarteme ya había sido anteriormente polémico cuando prohibió  la tradicional procesión con ataúdes de Santa Marta
Francisco Javier de Ramiro Crespo, cura en la parroquia de San Xosé de Ribarteme ya había sido anteriormente polémico cuando prohibió la tradicional procesión con ataúdes de Santa Marta Oscar Vázquez

Finalmente se celebró el bautismo de la niña el pasado lunes, en una iglesia en la que el párroco dio todas las bendiciones

01 sep 2022 . Actualizado a las 18:30 h.

El cura de As Neves, Francisco Javier de Ramiro Crespo, la rechazó como madrina en un bautismo porque vivía con un hombre sin estar casada y tenía un hijo. Pero la vetada, finalmente, se ha convertido en madrina. Fue el pasado lunes en una ceremonia celebrada en otra parroquia, cuyo nombre la familia prefiere no desvelar. Un nuevo párroco no puso objeciones a la familia.

Los detalles referidos a la celebración del bautismo que se iba a celebrar el día 29 en la parroquia de As Neves, y que se suspendió, ya estaban acordados desde el mes de junio entre la familia y el cura. No fue hasta dos días antes de la ceremonia cuando Francisco Javier de Ramiro se negó en redondo alegando que la que iba a ser madrina vivía en una situación que la Iglesia considera «irregular».

Los afectados siguen molestos y desvelan otro dato curioso. «En junio fuimos junto al cura para ver si podíamos bautizar a nuestra hija y su primera pregunta fue si estábamos casados, le dijimos que no y dijo que no había ningún tipo de problema», asegura Silvia, la madre natural de la pequeña. «Sobre los padrinos solo preguntó si estaban confirmados,  en ese momento no nos preguntó si estaban casados o solteros», prosigue. Aparentemente, no había ningún inconveniente. Los problemas vinieron después, para ser exactos el 28 de julio, y la madre de la bautizada los atribuye a un desencuentro: «Mi madre hace todos los años la novena y lleva una vela con capuchón para que no caiga cera al suelo. El cura dijo que no se podían tener las velas encendidas dentro de la iglesia y mi madre no la apagó porque es una cosa que hace todos los años y nunca tuvo ningún tipo de impedimento». La respuesta del cura, en palabras de Silvia fue entonces contundente: «Pues no te bautizo a la niña». La amenaza que quedó como una anécdota para la familia, finalmente se habría cumplido. Semanas después, el padre de la recién nacida llamó para concretar con el párroco la decoración de la Iglesia —para la que la familia había contratado el servicio de una floristería— y «el cura le empezó a decir que éramos unos alborotadores y unos piadosos». Volvieron a llamar a Francisco Javier de Ramiro al día siguiente para aclarar la situación, pero «ahí cambió radicalmente, ya me habló bien», continúa el relato la mujer.

Dos días antes del bautizo, quedaron para firmar los papeles de la niña y ensayar junto a los padrinos el acto que no llegaría a suceder en la parroquia. «Nada más entrar ya se alteró y nos dijo que en los papeles teníamos que especificar las cosas», declara la afectada. A continuación, se refirió a la hermana de esta, la futura madrina, y le preguntó si estaba casada. Ante la negativa de la mujer, el párroco, según cuenta la familia, se negó a seguir con el procedimiento y echó a la madrina de la niña de la iglesia. Silvia nunca llegó a comprender ese rechazo. «¿Por qué nosotros sí y ella no?», se pregunta la mujer, que al igual que su hermana no está casada con su pareja y tiene una hija. Ambas habían sido madrinas anteriormente, incluso en la misma parroquia, y no habían tenido ningún problema nunca hasta la llegada de este cura.

En el último momento, los familiares comenzaron a moverse para encontrar un sitio en el que bautizar a la niña. Finalmente, tuvieron todas las bendiciones el pasado lunes, fecha que tenían pactada con otro cura. «Un pasota», como lo denominaría el párroco de As Neves, que reconoció a La Voz que era sabedor de que otros párrocos no se preocupan de los requisitos de los padrinos.El Obispado de Tui-Vigo le vino a dar la razón ayer, al respaldar su veto a la madre soltera y señalar que «el hecho de que determinadas conductas públicas e inmorales estén muy extendidas entre los fieles no hace que estos puedan ser admitidos como padrinos».