El cura que prohibió los ataúdes en Ribarteme se niega a bautizar a una niña porque la madrina convive con un hombre sin estar casada

Iria Juiz LA VOZ / VIGO

AS NEVES

Oscar Vázquez

«Yo no estoy allí para pelearme con nadie, yo estoy para cumplir unas normas de la Iglesia», dice el párroco de As Neves

31 ago 2022 . Actualizado a las 16:33 h.

El cura de As Neves, Francisco Javier de Ramiro Crespo, protagoniza una nueva polémica en la parroquia de San Xosé de Ribarteme. Tras prohibir la tradicional procesión con ataúdes, vecinos del pueblo denunciaron ayer su negativa a bautizar a una niña alegando que la madrina, que tiene un hijo, convive con un hombre sin estar casada por la Iglesia. Esto supone «vivir en pecado» según las normas eclesiásticas, y según manifestó el párroco a los vecinos.

El pasado mes de junio, la familia se puso en contacto con el sacerdote para concertar una fecha, pero no fue hasta dos días antes de la celebración del bautismo, el sábado, cuando les comunicó que no lo oficiaría. «Yo le había dado una documentación para que la cubrieran y ahí venían los requisitos para ser padrino. El sábado tuvimos un encuentro y organizaron una tangana», alega el párroco. Francisco Javier de Ramiro confirmó ayer a este periódico que la madrina vive en una situación que la Iglesia considera «irregular».

La familia manifestó ante el cura que la mujer ya había actuado como madrina en otra ocasión, lo que él cree que debió ser obra de un párroco «pasota» o que «simplemente no se dio cuenta del asunto». Como consecuencia, y en una carrera contra reloj, los familiares de la pequeña tuvieron que buscarse otra parroquia en la que desarrollar la celebración cristiana.«Ya tenían todo concertado, las flores, la comida...», comenta Verónica Fernández, vecina cercana a los afectados y representante de los vecinos de Ribarteme, que en julio mostraron su disconformidad con la prohibición de los ataúdes. En el resto de parroquias a las que acudió la familia como mucho les pedían la confirmación de los padrinos, «y en algunas ni eso», afirma.

El mismo sábado, el sacerdote les dio la opción de cambiar a la persona que se presentaba como madrina, pero el domingo, en otra reunión acalorada, asegura que la madre le pidió el papel de protección de datos de la niña y lo rompió delante de él mientras decía que no la bautizaría. «Yo creo que estarán picados porque se suprimieron los cadaleitos», comenta en referencia a su anterior polémica, cuando decidió, tras muchos años de tradición, cortar con la manifestación religiosa en la que los vivos se meten en féretros abiertos. «Se creen que fue una actuación mía, y fue una actuación de la diócesis. Yo sufro esa situación, no soy el culpable», se justifica el clérigo.

Hace precisamente un mes, Francisco Javier de Romero, que se mantiene en su cargo desde octubre del 2021, ponía a buen parte de los vecinos de la parroquia de As Neves en su contra cuando prohibió de forma rotunda la conocida como «procesión de los cadaleitos». Esta práctica, que se llevaba a cabo todos los años en las fiestas de Santa Marta de Ribarteme —celebración declarada fiesta de interés turístico de Galicia— no se llegó a realizar en esta ocasión, y, según declaró el cura a La Voz, tampoco se volverá a celebrar en su presencia: «Mientras sea párroco, no habrá procesión de ataúdes en Ribarteme».

La «Belén Esteban» de la Iglesia. Así asegura él que se le conoce en la zona, donde es sacerdote en varias parroquias y se ha ganado detractores tras protagonizar esta polémica. «Desde Santiago, desde la diócesis... todos me felicitan», asegura con serenidad, e insiste en que él no está allí para pelearse con nadie, sino «para cumplir las normas de la Iglesia». «Lo que quieren es espectáculo, pero yo tengo una conciencia y una fidelidad a la Iglesia, por eso no me voy», asevera con orgullo el cura, que llegó a la parroquia de San Xosé de Ribarteme por descarte.