Vecinos de la parroquia de As Neves se oponen al cambio de ubicación de la imagen, que fue sustituida por la de san José
29 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Este año las circunstancias sanitarias obligan a suspender la romería de Santa Marta de Ribarteme, como tantas otras celebraciones religiosas y laicas. Hoy no habrá devotos dentro de los ataúdes abiertos que son portados por allegados alrededor del templo. Las promesas tendrán otro formato más íntimo. Ni los más viejos del lugar recuerdan que la ancestral romería se suspendiera alguna vez. En 1939, cuando ardió la iglesia, hubo un amago de cancelación, pero la tenacidad de los vecinos logró que saliera adelante.
Lo que sí hay este año es polémica, algo que tampoco se recuerda en el lugar. Todo viene del cambio de ubicación de la imagen de la santa en la iglesia. Pasó hace unos meses de estar situada en el altar central a colocarla en un muro lateral. Los feligreses aducen que el centro siempre fue su lugar y que no tiene por qué cambiar. El párroco, por su parte, defiende que quien tiene que estar en el centro es san José, por ser el patrón de la parroquia, y su imagen ha pasado a ocupar el lugar de la santa.
Para calmar los ánimos los invitó a recoger firmas y entregarlas en el obispado con el fin de conseguir que santa Marta sea nombrada copatrona. De esta forma su imagen se colocaría al lado de la de san José. Las firmas ya se entregaron, pero por ahora no tienen noticias de la petición.
Los vecinos se han manifestado esta semana ante el templo y hoy volverán a hacerlo para reivindicar el tradicional lugar que ocupaba la imagen. «Queremos que santa Marta esté en su sitio. Nosotros hemos cuidado la iglesia y fregado de rodillas, tenemos derecho a opinar, a que se nos pregunte antes de hacer el cambio. Hablé con el sacerdote y me dijo que reza por nosotros y que las tradiciones están para romperlas», dice una vecina. Añade que hay un señor encargado de dejar entrar a la iglesia a quien quiere.
El párroco, por su parte, opina que están los ánimos exaltados como consecuencia de las restricciones por el coronavirus. «No se puede dejar entrar a más de veinte personas porque la iglesia es pequeña y no puede haber barullo. Es un grupo reducido de gente que busca conflicto. También dicen que el desinfectante huele mal», añade.
Con motivo de la celebración, la imagen se ha colocado estos días sobre una mesa para que se pueda venerar, como se hace habitualmente. Los vecinos quieren que una vez que pase la festividad, santa Marta vuelva al altar central.
Nadie se esperaba que la distinción como interés turístico de Galicia, concedida este año, se celebraría de esta forma. Hoy habrá misas por los afectados por la pandemia (a las 9.00) y por el pueblo de Venezuela (a las 11.00). La solemne será a las 12.00 y todas se celebrarán en el exterior, aunque se permitirán visitas al interior de romeros y devotos.