La plaga de nematodo encarece hasta en 20 euros el metro cúbico de madera

Monica Torres
mónica torres PONTEAREAS / LA VOZ

AS NEVES

Oscar Vázquez

De las zonas en cuarentena, en las que hay 19 aserraderos, no se pueden sacar pinos

12 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La cuarentena declarada por la Xunta por el nematodo conlleva que los pinos que se corten en la zona demarcada no salgan de este perímetro. El Diario Oficial de Galicia publicó ayer la resolución dictada tras confirmar el avance de la plaga al constatar la afección de este temido gusano microscópico en otros siete árboles. La cuarentena decretada en el entorno de los 20 kilómetros a la redonda del primer positivo que se detectó en Galicia, en el municipio de As Neves en el 2010, afecta ahora a territorio de 25 municipios del sur de la provincia de Pontevedra.

En este ámbito hay 19 aserraderos y 15 de ellos están en esa primera franja de cuarentena que se declaró. Son expertos en el protocolo porque llevan ocho años conviviendo con él. «En dous anos toda Galicia estará afectada polo nematodo». No es una opinión baladí. El pronóstico de Fernando Castro, presidente del Grupo Provincial de Rematantes y Aserraderos de Pontevedra, es compartido por otros empresarios. Quizás es de los más optimistas porque para otros como Nelson Alonso, de As Neves, «Galicia entera se va a infectar y en breve nos vamos a quedar sin pinos en toda la zona sur».

Oscar Vázquez

Hace ocho años que los 15 aserraderos de A Louriña, O Condado y A Paradanta han tenido que instalar secaderos porque se les aplica la normativa fitosanitaria de la FAO (la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), conocida como NIMF-15. Según este protocolo toda la madera debe someterse a un programa específico de tiempo y temperatura, para que alcance una los 56 grados centígrados durante 30 minutos, incluida su parte central.

Eso les obligó a tener que comprar secaderos y sí tienen un subvención de hasta el 40 % del coste, pero la ayuda es similar a la que reciben todos los aserraderos gallegos pese a la crítica situación que enfrentan los del sur de pontevedra. Este tratamiento térmico conlleva un sobrecoste que están asumiendo en solitario los empresarios. «O nematodo encareceu dende hai oito anos a nosa madeira ata en 20 euros o metro cúbico, nós temos que pagar ese sobrecusto e non hai axudas específicas da administración para a zona afectada», indica Fernando Castro. En un camión de 40 metros cúbicos de madera, este tratamiento térmico, supone un coste de unos 800 euros más para los aserraderos de la zona en cuarentena que para los del resto de Galicia. «Non temos ningunha axuda da Xunta específica por estar en zona afectada, cando os costes do procedemento multiplicáronnse», advierte Castro.

Los empresarios también apelan a la coordinación para hacer un frente común ante otra de las plagas que no parece que vaya a poder atajarse. «Un gran erro da Xunta é non contar co sector para atallar a praga, sendo nós ademáis os máis interesados», considera Fernando Castro. Los responsables de los aserraderos demandan un trabajo conjunto. La empresa de Nelson Alonso Barbeitos, que pasó de su abuelo a su padre antes que a él, ardió en el terrible incendio que asoló As Neves el 17 de octubre del 2017. Sus hijos ultiman ahora su nueva puesta en marcha, pero Nelson no oculta su preocupación. «Esto va a suponer muchas quiebras, no se puede competir con aserraderos de Ourense o de otros puntos de fuera de la cuarentena», presagia. «Tenemos un pánico real que se palpa en todo el sector», asegura. Denuncia y advierte el estado actual del entorno. «Se te cae el alma a los pies, hay que sacar todo lo que está en el monte y quemado y limpiar porque si no se limpia no quiero pensar lo que se puede complicar si hay algún incendio», insiste. Los propietarios de los montes tienen hasta el 1 de abril para talar todos los árboles en un radio de 100 metros desde los infectados, incluyendo los ejemplares secos o quemados en la zona de protección, que va desde el sur del concello de Pontevedra hasta la frontera. La madera ha de circular con pasaporte fitosanitario o sello que acredite que el tratamiento térmico.