CONTENIDO PATROCINADO

En el apartamento turístico Casa Belga, Yas Vandeneycken ofrece una botella de vino blanco Marqués de Vizhoja a todos sus huéspedes. Con el final del año, recoge todos los corchos de las botellas para hacer árboles de navidad con materiales reciclados.

Con la llegada de la Navidad, muchas personas sacan las cajas llenas de adornos de sus trasteros, rescatando la decoración que tienen desde hace años. Otros renuevan los adornos navideños prácticamente cada temporada. Y también hay quien no coloca ni una guirnalda en su hogar.

Pero un caso aparte es el de Yas Vandeneycken, quien en estas fechas no frecuenta grandes almacenes en busca de bolas de Navidad ni reutiliza la decoración pasada de moda. Yas, propietaria del apartamento turístico Casa Belga (Poio), elabora sus propios adornos con materiales reciclados, en este caso con botellas de vino blanco Marqués de Vizhoja, de la bodega homónima.

Mientras coloca lo últimos detalles de su navideña mesa, Yas nos explica que siempre que puede usar cosas recicladas en la decoración, “hay que dejar ir a la imaginación”. “Compro en portales de segunda mano y les doy un uso”, explica esta artista de las manualidades de origen belga pero asentada en nuestro país desde hace 14 años.

El adorno navideño que ha confeccionado son unos árboles elaborados con corchos del vino blanco Marqués de Vizhoja. Tras distribuir los corchos en función de los necesarios para cada figura, “los pego por los costados con cola termofusible y pinto las cabezas con rotuladores de los que cubren bien”.

Las cabezas de los corchos que están en la parte superior del árbol los decora como si fuesen bolas de Navidad. Algunos están sólo pintados, “pero a otros les he pegado botones o detalles textiles, busqué lo que tenía en los cajones”. Los corchos que forman el tronco están sin pintar, así muestran el dibujo de la hoja de parra, símbolo de Bodegas Marqués de Vizhoja y que evoca a los árboles.

En esta economía circular, mientras Yas reutiliza los corchos, los vinos de Bodegas Marqués de Vizhoja también dan otra vida a materiales aparentemente inservibles. La bodega de Arbo tiene un proyecto para reutilizar las borras, los residuos que quedan en la cafetera, para controlar enfermedades de la vid, en lugar de productos químicos.

En casa de Yas todo tiene una segunda vida, cuando se deshace de ropa, “saco los botones y los guardo en un cajón, si me regalan algo y me gusta algún detalle del empaquetado, también lo guardo”.

Pero los árboles de Navidad elaborados con corchos son sólo una parte de su mesa navideña. Para una mesa ideal en estas fiestas, la belga prioriza “las velas, muy importantes, pero también es bueno colocar algo de purpurina en la mesa, en este caso he puesto estrellas, ángeles y arbolitos brillantes, de los que se usan en manualidades”.

Yas finaliza su mesa con platos rojos y servilletas navideñas, “pero también se pueden colocar hojas de árboles, que le dan un toque natural”.

Un apartamento turístico para estar como en casa

Obviamente existe una razón para que Yas tenga disponibles tantos corchos del vino blanco Marqués de Vizhoja. En Casa Belga, Yas recibe a todos sus huéspedes con una botella del vino de Bodegas Marqués de Vizhoja.

Quiero que la gente se sienta como en su casa, con un 100% de desconexión”, explica Yas, “así los huéspedes se pueden relajar con un vino fresquito tras el viaje hasta aquí”.

Yas inauguró su apartamento la pasada primavera, tras una gran reforma. “Es la planta baja de una casa, pero no tenía absolutamente nada, el suelo era de hormigón”, recuerda.

Le encanta la moda y la decoración, “siempre veo novedades en revistas o en internet y las guardo para luego inspirarme”. Y con esas ideas creó la Casa Belga, este apartamento con espacio para seis personas, jardín y piscina. “Lo hice como si fuera para mí, aunque lo fuese a alquilar, pero es que no soy capaz de hacer algo a medias”.

Al detalle de ofrecer una botella del vino blanco Marqués de Vizhoja, Yas añade otros gestos para que los huéspedes estén como en su casa. “En el baño, además de secador, toallas y gel, también hay crema para el pelo o tampones. Y en la nevera siempre encuentran miel, mantequilla, mermelada, patatas fritas...”

Cuando diseñó el apartamento, Yas pensaba “si yo me voy de vacaciones a un sitio me gustaría tener ciertas cosas, así que las añadí”. Su idea es transmitir una sensación de familia a las personas que recibe en su apartamento. Un objetivo que comparte con Bodegas Marqués de Vizhoja, cuyos vinos suponen un momento para disfrutar con familia y amigos, más si cabe en estas fechas.