Arbo no puede reparar todos los daños del temporal de hace un año por falta de fondos

l.c. llera ARBO / LA VOZ

ARBO

Los desastres en el municipio alcanzaron un millón de euros y el Concello pide que se agilicen las ayudas

09 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Arbo todavía no ha levantado cabeza del vapuleo al que fue sometido hace casi un año. Los temporales de enero y febrero fueron especialmente virulentos en la población. Las estimaciones de daños se quedaron muy cortas. En un primero momento fueron calculadas en 700.000 euros. «Pero luego fueron pareciendo más cosas que no estaban contabilizadas y se vio que los desperfectos superaban el millón de euros», asegura el alcalde, Horacio Gil. La afección era tan grande que el municipio pidió la declaración de zona catastrófica, pero esta no se produjo. La Xunta estimó que no se cumplían las condiciones. «Todavía tenemos las infraestructuras muy dañadas», afirma el regidor para dar cuenta de la magnitud.

El barrio de Temende fue uno de los más castigados. Se necesita un nuevo colector. También está pendiente el acceso a Paravedra. En Rocha Cabeira se necesita también un nuevo colector. Los accesos a estos dos últimos lugares siguen cortados. En Cabeiras continúa habiendo problemas para acceder a algunas fincas.

Un municipio pequeño como Arbo no tiene recursos suficientes para hacer frente a tanto estropicio. «Hemos ido pagando con nuestros fondos las reparaciones más urgentes. Tenemos un montón de facturas de cuatro mil y cinco mil euros», explica el alcalde.

En estas circunstancias tan difíciles han contado con apoyo de la Confederación Hidrográfica del Miño y Sil, en cuya cuenca está plenamente inmersa buena parte del término municipal. La confederación tiene que reparar varios senderos que transcurren de forma paralela al río, entre el Miño y el Deva. Es una senda utilizadas habitualmente por los pescadores, una actividad muy extendida en el municipio debido a la calidad de sus lampreas y otros peces de río.

La Xunta está financiando la reforma de la calle Antonio Tobar, donde se van a colocar nuevos sistemas de saneamiento. La primera fase de la obra costará 201.000 euros, pero el alcalde pone de relieve que se necesitan otros 165.000 para completar la reforma de la calle.

El regidor quiere que se licite cuando antes la rotonda de la carretera provincial PO-400 en el cruce del acceso a O Couto y el centro de la villa.

El alcalde también pide que se mejoren los accesos a la parroquia de Cela.