La técnica permitirá reducir en un 90 % la erosión del suelo por las lluvias
19 ene 2017 . Actualizado a las 16:39 h.Los técnicos de la Xunta están aplicando la técnica conocida como mulching para regenerar las áreas que fueron devastadas por el fuego el pasado verano en Arbo. Más de 70 hectáreas en las zonas más sensibles de monte quemado han quedado tapadas por material vegetal para fijar el suelo y evitar arrastres por las lluvias. Se han colocado de forma manual, pero también empleando un helicóptero, indicó ayer un portavoz de la Xunta.
La conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, visitó el Concello de Arbo para supervisar ayer estos trabajos y destacó «o importante esforzo levado a cabo para recuperar o potencial forestal destas áreas».
Esta técnica tiene una gran eficacia, ya que llega a reducir la erosión en más de un 90 % en los lugares donde se aplican. En Arbo se colocaron además barreras filtrantes en cerca de tres kilómetros lineales. La recuperación del espacio también contempla el apeo manual de los árboles afectados para su posterior retirada, trituración y venta. También se prevé triturar los árboles no comerciales y reunir y astillar toda la madera que no resulta aprovechable.
Inversión total
La Xunta ha destinado un total de seis millones de euros a los trabajos de recuperación de las zonas afectadas por los incendios forestales en toda la comunidad. Arbo fue una de las zonas más afectadas en la provincia de Pontevedra. Los incendios arrasaron más de 90 hectáreas de superficie forestal en esta localidad. Las llamas amenazaron una docena de viviendas, que llegaron a estar en serio peligro. La labor de los servicios de emergencia y también de los vecinos, que lucharon directamente contra el fuego, impidió que se registrasen daños sobre propiedades particulares. Las llamas se extendieron posteriormente hasta As Neves, donde el fuego también causó estragos.
Además de en Arbo, la consellería de Medio Rural también está actuando en Soutomaior, Cotobade, Ponte Sampaio, Catoira y Caldas de Reis. Los trabajos consisten en actuaciones específicas de consolidación de suelos y control de riesgos hidrológicos erosivos, realizar plantaciones regenerativas y eliminar la madera quemada sin valor de mercado para mejorar la posterior regeneración del arbolado o el aprovechamiento de madera recuperable.
También se está interviniendo en la mejora de las infraestructuras forestales en las zonas quemadas, reparando las cunetas y las obras de paso para facilitar la capacidad de evacuación de aguas, así como para recuperar los cierres ganaderos afectados, incluyendo la sustitución de los que se han quemado y sus infraestructuras complementarias.