La cofradía de A Guarda pide que se expulse de aguas de Galicia al barco luso sorprendido con cacharros y pulpo en plena veda

Monica Torres
Mónica Torres A GUARDA

A GUARDA

Gardacostas de Galicia

Indignación en la costa gallega tras la detección de una embarcación portuguesa en Oia faenando en pleno paro biológico con aparejos prohibidos

06 abr 2025 . Actualizado a las 00:01 h.

El abordaje de una embarcación lusa faenando en pleno paro biológico y con artes prohibidas ha desatado una oleada de indignación en toda la costa gallega, pero también ha sido un punto de inflexión en la lucha contra el furtivismo. La cofradía de A Guarda, que lleva años reclamando más fiscalización, a la vista de este operativo por el que felicita públicamente al servicio de Gardacostas de Galicia y a la Guardia Civil, pide mano dura.

Es casi la primera vez que se consigue identificar a los propietarios de los cacharros que aparecen en el mar gallego, donde están prohibidos, y, teniendo en cuenta que, según los datos de Gardacostas, estaban además faenando en veda y también tenían mercancía que no alcanzaba el tamaño mínimo, la cofradía reclama medidas ejemplarizantes.

«Pedimos ao Estado que o saquen do convenio de boa vecindade», explica sin titubeos el patrón mayor de la cofradía de A Guarda, Rubén Adrover. Es de los que opinan que las sanciones económicas no consiguen frenar el furtivismo y que ante tremendo «escándalo» se deben tomar medidas «exemplares».

El patrón confirma que la relación entre pescadores de ambas márgenes del Miño fue y sigue siendo excelente, pero también insiste en que la ley debe aplicarse por igual. En este caso, y al tratarse de una pesca en aguas exteriores, Gardacostas remitió las actas de infracción a la Subdelegación del Gobierno para que las tramite el Ministerio de Pesca. Por ello, el patrón de A Guarda se remite al Gobierno central insistiendo en la necesidad de que, con independencia de nacionalidades, «impártase xustiza ante feitos tan graves».

Recuerda que los pescadores profesionales no solo acatan el paro y la veda, sino que además llevan meses sin salir a faenar. «Levamos sen botar as nasas ao mar todo o inverno porque non hai suficiente polbo». También reclaman que se incremente la fiscalización y las inspecciones pesqueras en toda la zona de la raia, para asegurar que se cumplen los horarios y artes autorizadas. Es decir, para garantizar el cumplimiento del convenio de buena vecindad, por el que los portugueses pueden faenar hasta seis millas en aguas españolas y los gallegos en las portuguesas.

El Servizo de Gardacostas decomisó 248 kilos de pulpo en un barco portugués capturado tan solo unas horas después de que arrancase en Galicia el paro biológico decretado para este mes de abril, al que seguirán otros dos de veda. Ocurrió el miércoles en una actuación que requirió la colaboración de la Guardia Civil para que escoltara el barco hasta el puerto de Baiona. Fuentes de la Consellería do Mar confirmaron que en la embarcación los agentes hallaron también más de 800 cacharros, artilugios totalmente prohibidos para la pesca en Galicia.

El abordaje tuvo lugar alrededor del mediodía. «El barco venía del norte en dirección hacia A Guarda cuando le dieron el alto y fue abordado a la altura de Oia. Durante la inspección se localizaron los cacharros y el pulpo, que había sido capturado horas antes, ya cuando estaba prohibida su captura en aguas costeras de Galicia», explicaron fuentes del operativo. Unos 28 kilos de la mercancía que estaba en cajas y cestos también incumplía la talla reglamentaria permitida cuando se puede pescar. Se trataba de ejemplares que, en muchos casos, no superaban los 799 gramos de peso, explicaron las mismas fuentes.

El barco fue abordado por la patrullera Punta da Guía, de la Xunta, que requirió la colaboración de la Guardia Civil para asegurar el traslado del barco hasta Baiona. Acudió la patrullera Cabo de Gata, desde el puerto de Marín, a instancias de los agentes autonómicos y escoltaron hasta el puerto baionés al pesquero, que arribó a primera hora de la tarde. Ya en puerto, con una grúa y un camión, se procedió a sacar del barco todos los cacharros, «incautándose en su totalidad, al ser aparejos prohibidos y quedando bajo la custodia de Gardacostas en sus instalaciones». Los demás aparejos autorizados, como los de enmalle que tenían, quedaron en el barco, al igual que las otras especies capturadas.

La embarcación fue «inmovilizada bajo la responsabilidad del armador y se le ha retirado el rol, que ahora tiene la dirección territorial de la Consellería do Mar en Vigo, hasta que concluya la tramitación del expediente».