El ferri vuelve a cruzar el Miño el día 9

alejandro martínez A GUARDA / LA VOZ

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El ferri Santa Rita de Cassia
El ferri Santa Rita de Cassia Oscar Vázquez

La puesta en funcionamiento de la nave reactivará el Camino de la Costa

06 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El ferri que une A Guarda con Caminha ya calienta motores. La embarcación que cruza la desembocadura del Miño a vehículos y personas volverá a estar operativa el viernes próximo. Sin duda, una buena noticia para miles de peregrinos que empiezan su andadura en Portugal y un nuevo impulso al Camino de la Costa y la economía que mueve cada día en alojamientos y negocios de hostelería. También lo será para los vecinos de ambos lados de la frontera, que tienen muchos lazos en común. Hay que tener en cuenta que ambas localidades llegan a triplicar su población cada temporada estival y el buen tiempo aumenta el atractivo de la ruta fluvial.

El transbordador Santa Rita de Cássia llevaba cinco meses parado. Pertenece al municipio de Caminha, que decidió suspender su actividad porque tenía otras prioridades en las que emplear a su personal con motivo de la pandemia. Con las fronteras cerradas a causa del covid y sin apenas movimiento, no tenía sentido mantener operativo este servicio. El presidente de la cámara, Miguel Alvés, ordenó que los funcionarios se dedicaran al transporte de alimentos para las escuelas y familias de menores recursos, así como para llevar a los vecinos que lo pudieran necesitar al centro de vacunación.

Una vez entrada la temporada estival, la prioridad es no perder a todos los peregrinos que eligen la ruta junto al mar para llegar a Santiago, dado que suponen una importante fuente de recursos para la hostelería local. Desde quedó paralizado este servicio público el 31 de enero, los peregrinos contaban con dos alternativas. En primer lugar podían coger una lancha taxi para cruzar hasta A Guarda. Se ven algunas fondeadas en la costa de Caminha con un teléfono de atención durante las 24 horas del día. Eso les evita dar un gran rodeo hasta cruzar por el puente más cercano, el de Goián. Sin embargo, eran una minoría. Cruzar el Miño en un barco taxi tiene un coste de 10 euros, cuando el precio en el ferri es de 1,5 euros por persona.

Muchos peregrinos procedentes del país vecino descartaron la ruta de la costa y eligieron la que pasa por Valença para no tener problemas para cruzar la frontera.

La entrada en funcionamiento del ferri entre Caminha y A Guarda supondrá que un mayor número de peregrinos pasarán por Oia, Baiona, Nigrán, hasta llegar a Vigo y, de allí, a Redondela a través de un tramo de la senda del agua, donde se une con el camino interior.

El horario del ferri se verá condicionado por el estado de las mareas, teniendo en cuenta las limitaciones provocadas por la sedimentación del fondo de la desembocadura, que impide que la embarcación pueda funcionar cuando el nivel del agua está bajo.

Preocupación empresarial

La parada del ferri vació el Camino Portugués de la Costa. Esta situación provocó una enorme preocupación entre numerosos empresarios que viven del turismo. Desde el albergue privado de O Peirao destacaron que la suspensión del barco les ha ocasionado grandes perjuicios. Responsables de otros negocios como Baionamar, Estela do Mar, el Aguncheiro o el Alojamiento Portugués Oia también lamentaron la falta de peregrinos. Consideran que el ferri es primordial para que no se muera esta ruta. Mientras tanto, en la Oficina Municipal de Turismo de Tui sí detectaron un gran incremento del número de peregrinos desde que se abrieron las fronteras. Creen que este aumento puede deberse a la suspensión del ferri de Caminha. Los empresarios confían ahora en que los peregrinos regresen a la ruta de la costa, que antes de la pandemia estaba experimentando un fuerte crecimiento.