Solo Cangas, A Guarda y Tomiño tienen normas antibotellón en el área viguesa

María Jesús Fuente Decimavilla
maría j. fuente A GUARDA / LA VOZ

A GUARDA

POLICÍA AUTONÓMICA

La mayoría de los concellos echan mano de la regulación autonómica

16 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

A distinta escala que las grandes ciudades, pero los municipios con menos población no están exentos del temido botellón. Algunos concellos más precavidos ya contemplan medidas propias para hacerle frente. Es el caso de Cangas, A Guarda y Tomiño, mientras que otros muchos como Nigrán, O Porriño, Mos y Gondomar se rigen por la normativa autonómica.

En Ponteareas, uno de los municipios en los que preocupa esta práctica, trabajan en la actualidad en un proceso participativo para crear un plan de convivencia que regulará, entre otros temas, el botellón y los horarios.

La ordenanza de A Guarda es la más específica. En ella se advierte a los responsables de los establecimientos que deben avisar a la Policía Local de forma inmediata si constatan la consumición de bebidas expedidas en sus locales y fuera de ellos y de los lugares autorizados. Al margen de las responsabilidades de los titulares de los negocios, estas obligaciones deben ser cumplidas por los encargados o dependientes que presten sus servicios.

Para evitar la acumulación de gente en las puertas de los bares, como sucede en algunas localidades, la ordenanza establece que son los propios titulares los responsables de velar para que no se produzcan molestias. Si sus recomendaciones no se atienden, deben avisar a la Policía Local.

En Tomiño, la ordenanza municipal deja claro que queda prohibido el consumo de bebidas en la vía pública cuando pueda alterar la convivencia de la población. Lo mismo ocurre en Cangas, que la aprobó ya en el 2012 y prevé sanciones de hasta 700 euros.

La tomiñesa establece que el consumo en la vía pública no puede deteriorar la tranquilidad del entorno o provocar situaciones de insalubridad. Sin perjuicio de la responsabilidad civil subsidiaria de los padres o tutores por las acciones de los menores que dependan de ellos, estos últimos también serán responsables directos y solidarios de las infracciones cometidas siempre que, por su parte, conste dolo, culpa o negligencia, incluida la simple inobservancia. Las bebidas deben consumirse en el interior salvo que tengan autorización.

En Baiona se aplica una ordenanza general de convivencia. El alcalde, Carlos Gómez, señala que en la actualidad no tiene mucho sentido porque no es momento de botellones.