Sale a la luz la primera vivienda de un castro de seis hectáreas en A Guarda

Monica Torres
MÓNICA TORRES A GUARDA / LA VOZ

A GUARDA

Arbore Arqueoloxía

La citania de Pico da Bandeira está a 4 kilómetros del Trega, en Salcidos

10 abr 2021 . Actualizado a las 02:43 h.

En A Guarda, no todo castro es el Trega. Es el más grande de Galicia, con diferencia, pero a menos de cuatro kilómetros se encuentra el de Pico da Bandeira. Se trata de un gran desconocido del que apenas se sabía. Los miembros de la Sociedad Pro Monte Santa Trega, que en 1913 descubrieron los muros de edificaciones y de la muralla del principal castro del noroeste peninsular, los que también confirmaron la ubicación de este yacimiento algo más tarde. Un siglo después, el proyecto de limpieza y puesta en valor de la comunidad de montes de Salcidos ha posibilitado localizar parte del muro de una de las viviendas, establecer una cronología base de ocupación y, mediante la tecnología puntera del programa Lidar, que posibilita hacer un mapeo de ruinas ocultas bajo tierra o vegetación, establecer un perímetro y una superficie concreta de ocupación.

«Durante estes traballos foi localizado un muro curvo que pertencía a unha das viviendas deste castro. O achádego, ademais de restos de tellas, tamén en superficie, permítenos saber que este castro do Pico da Bandeira estaba ocupado entre o século I antes de Cristo e o I despois de Cristo», indica el arqueólogo Benito Vilas, de Árbore Arqueoloxía. No es posible aún, sin embargo, datar la primera ocupación, como consiguió hace seis años su colega Rafael Rodríguez. Este demostró que los primeros pobladores del Trega llegaron a la citania en el siglo IV antes de Cristo, es decir, 200 años antes de lo que se creía. Para ello haría falta una intervención en este espacio aún inexplorado, pero los análisis de los expertos coinciden, apunta Vilas, en que «A Guarda era un verxel de poboación no cambio de era. Agora sabemos que non só estaba habitado o Trega, senón que tamén o estaba este outro de Salcidos».

No hay ni cuatro kilómetros entre las dos citanias. La del Pico da Bandeira «está debaixo do Monte Torroso e, polo programa Lidar posto en marcha no 2009, sabemos que mide unhas seis hectáreas», dice Vilas. «Todo en Galicia é pequeno se a comparación é co Trega, que ten 20, pero este é dos grandes, cunha superficie que duplica, por exemplo o de Chandebrito», avanza el arqueólogo. Considera probable que este asentamiento esté relacionado con las minas de extracción de oro que había en el entorno.

«É importante porque nos fala do que significaba A Guarda no cambio de era. Un espacio de gran poboación e actividade», señala Vilas. El investigador confirma el potencial de una posible intervención a la vez que agradece el «entusiasmo» de los comuneros por poner en marcha esta actuación de puesta en valor y señalización del conjunto. «Poder profundizar e escavar permitiría reconstruir esta casa e outras posibles vivendas, establecer unha cronoloxía do castro e unha poboación estimada», señala el profesional de Árbore Arqueoloxía.

Se estima que la población en el siglo I antes de Cristo en el del Santa Trega, según Rafael Rodríguez, podría rondar las 5.000 personas.

El patrimonio cultural de la zona aumenta cada vez que se levanta una piedra. También en el caso de los grabados. En el interior del castro de Pico da Bandeira se conservan restos de un petroglifo con líneas. «Posúe o que parecen ser os restos de, cando menos, tres chanzos que puideron ser usados polos habitantes do castro para baixar ou subir desta pedra», concluye Vilas.