«Óscar sigue perdiendo peso y casi no se levanta de la cama»

Monica Torres
mónica torres A GUARDA / LA VOZ

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El centro San Xerome acogerá a dos jóvenes con necesidades de apoyo que aguardan por una plaza concertada. Buscarán vías de financiación

14 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Óscar sigue perdiendo peso y casi no se levanta de la cama». Tanto la familia de este joven que hace un año pidió plaza para el centro de adultos de San Xerome Emiliani de A Guarda, en cuyo departamento de educación especial pasó toda su vida escolarizado hasta junio, como la dirección de la asociación muestran su preocupación por el empeoramiento de su salud. «En Navidad no quiso ni salir con sus padres, así que la visita que hizo hoy al centro con ellos y conmigo ha sido realmente su mejor regalo de Reyes», explicaba ayer su hermana Berta.

Desde el centro advierten del impacto que tanto para él como para su compañera Sara, también en lista de espera y sus familias supone esta situación. «Perdieron toda la vida que tenían en junio, era todo lo que conocían y era posible para ellos. No se trata de que pierdan las rutinas sino que se encuentran perdidos porque esos hábitos eran los que estructuraban sus vidas», confirma el gerente del centro, Feliciano Valcárcel. «Las madres no pueden acceder a otro empleo para desarrollarse como personas y socializarse, es casi como un secuestro social», apunta.

Desde el San Xerome valoran la respuesta de Bienestar Social, ya que Ildefonso de la Campa Montenegro, director xeral de Maiores e Persoas con Discapacidade de la Xunta, les recibió en diciembre. Solo se produjo una de las dos bajas previstas en el centro de adultos y la ocupó otro joven, al que legalmente le correspondía por el programa de Asignación de Recursos. Aquella reunión sirvió también para sentar las bases de una reformulación que posibilitaría la plaza para uno de ellos, pero el tiempo juega en contra y no pueden esperar a que concluya una tramitación administrativa. El sistema será permutar cuatro plazas de otras tantas personas «con necesidades intermitentes de apoyo y que pasaron a FP» por dos de intensivos.

«De esta manera se crearían la plaza de Óscar y la de otro joven, lo que reduciría notablemente la presión. Pero, al parecer, hay que dar 45 días de margen desde que el 28 de enero la plaza queda libre por si el beneficiario quiere volver y es tiempo que no tenemos para Óscar», advierte Valcárcel. Confía en la sensibilidad de la Xunta para buscar una alternativa o excepcionalidad que favorezca el acceso. La otra plaza tampoco le corresponde aún a Sara, pero es tal la necesidad de escolarización de ambos, según el centro, que la junta directiva de la asociación ha decidido que los dos comiencen a disfrutar del servicio el lunes aún sin saber cómo van a poder financiar estas plazas, que suman 24.000 euros al año.

«Si conseguimos que la de Óscar se confirme antes de esos 45 días de margen, con algún resquicio legal, solo tendríamos que buscar la de Sara, que es igualmente importante aunque hay que respetar el reglamento», indican. Comenzarán a ver posibles vías de financiación «donde sea».