Comerciantes de A Guarda, en pie de guerra por la peatonalización del centro

Monica Torres
m.torres A GUARDA / LA VOZ

A GUARDA

Monica Torres

Advierten de pérdidas de hasta el 50 % de clientes, de despidos y cierres

21 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Comerciantes, restauradores, empresarios y vecinos afectados por la peatonalización de la calle Concepción Arenal de A Guarda han hecho un frente común contra unas obras que, aseguran, han supuesto un impacto económico sin precedentes. «No estamos en contra de ninguna peatonalización, pero se hizo sin planificación, ni señalización ni información. La gente no sabe por dónde entrar ni salir y se van», advierte Delia Brandón, presidenta de la asociación Mercado do Reló. Suman más de 600 firmas para reclamar una alternativa a una actuación que ha supuesto, denuncian, una espantada de clientes que llega al 60 % en algunos restaurantes del puerto, tres despidos, algún traslado y cuantiosas pérdidas.

La queja es unánime en la plaza de abastos y en su entorno. Hasta en la farmacia de la Plaza de San Benito han notado el impacto. «Los clientes bajaron hasta un 20 %, la gente no puede llegar hasta aquí, especialmente las personas mayores y ni se diferencia la zona de carretera de las aceras. Es una pseudopeatonalización cuando, además, esto no es una calle sino una carretera», explica Carlos López. En las inmediaciones están varias de las tiendas con más solera del centro. «Levamos un ano en picado. As ventas baixaron case a metade, non sei que vai pasar», apunta Ignacio Lomba, al frente de la Librería Atlántica, abierta desde hace 37 años. «Levamos aquí 22 anos e advertindo o Concello hai moito. Hai xente que deixa de vir porque non ten onde aparcar e non van ir cargados ata os lugares habilitados porque os clientes diarios precisan axilidade», señala Ana Fernández. Las pérdidas en algunos negocios son ya inasumibles. «O meu home ten una tenda de electrodomésticos e perdeu 35.000 euros en dous trimestres. Nas cidades nas que o centro é peatonal hai aparcamentos, sexan soterrados de pago ou como sexa, pero o centro é onde está a maior parte do comercio aquí e hai que darlle unha saída», indica esta empresaria.

Al menos una decena de hosteleros y empresarios relatan escenas dantescas sufridas por clientes este verano. «A la última excursión tuvimos que ir a esperarla a la alameda porque ni siquiera sabían llegar al puerto. Pero cuando dieron la curva de detrás de la depuradora, las ruedas del autobús quedaron literalmente en el aire», recuerda en el restaurante Maruxía Emilia Vicente, con un vídeo de otro cliente «que casi se cae al mar». «La gente se pierde y no llega ni siquiera preguntando a los de aquí, la calle Concepción Arenal es una carretera que hizo Mariano Ordóñez para llegar al puerto, no una calle y nosotros este verano perdimos la mitad de los clientes», argumenta esta hostelera. «Nosotros tuvimos que despedir a tres personas por las pérdidas de más del 50 %. Si esto sigue así, tendremos que cerrar el piso de arriba del restaurante», confirma Mercedes González, del Riveiriña. Loren García, del Trasmallo, también advierte de fatales consecuencias para la hostelería que arrastrarían a otros sectores. «Nós perderiamos un 15 % de clientes directos, pero entre os que non chegaron e os que o fixeron descontentos afectou ó 60 %, porque os enfadados xa non volven», indica García.

Ni siquiera Google Maps ayuda para poder cruzar el centro de la villa hasta el puerto. «Moitas persoas chegan ás tendas pola ubicación de Google. Chegan a Pacífico Rodríguez, que é por onde se baixa e atópanse cun sinal tapado cunha bolsa do lixo e ó non dar coa entrada ó porto, marchan», aseguran. «La pérdida en ventas es del 50 % porque la gente no sabe llegar a los sitios, dice Delia Brandón.