A Guarda no logra reabrir la cafetería de su estación marítima tras 7 años cerrada

Monica Torres
mónica torres A GUARDA / LA VOZ

A GUARDA

cedida

Usuarios del ferri y peregrinos del Camiño pola Costa lamentan la falta de servicio

11 abr 2024 . Actualizado a las 17:30 h.

La estación marítima de A Guarda, cuya construcción desató una gran polémica en su día por estar en una zona Red Natura y que supuso una inversión de 258.495 euros procedentes de fondos europeos, se utiliza únicamente como despecho de venta de billetes. La cafetería cumple su séptimo verano sin actividad. Casi la mitad de la vida de las instalaciones, inauguradas en el año 2003, ha sido a puerta cerrada. Desde que la adjudicataria de la cafetería y el restaurante, en el muelle de A Pasaxe, renunciase a su concesión, en el año 2013, el gobierno local licitó de nuevo el servicio hasta el cuatro ocasiones, quedando otras tantas veces desiertas.

Quienes más sufren la situación son los usuarios del ferri, que atraca justo en su puerta y los cientos de peregrinos que no tienen donde avituallarse para el camino que, precisamente, entra en Galicia desde Caminha por este punto. Un quiosco ubicado desde hace al menos, un par de años, en el recinto, facilita el poder beber o tomar un helado pero, a diez metros, las instalaciones de la estación siguen cerradas. El gobierno local realizó las labores de mantenimiento y limpieza que, en su día, eran preceptivas para poder volver a licitar el concurso pero un año más, los visitantes se encuentran con la puerta cerrada al llegar al puerto.

«Fixéronse as obras de mellora precisas e a nosa intención é que se poida reabrir canto antes. Os técnicos están a redactar o pliego de condicións para poder sacar canto antes de novo a concurso a explotación da cafetería», manifestó ayer el alcalde, Antonio Lomba. No se atrevió a fijar plazos pero sí insistió en la prioridad. «Confiamos en que a máis tardar o ano que vén xa poida estar en funcionamento», indicó el regidor guardés.

La falta de mantenimiento de las instalaciones fue uno de los principales motivos por los que los concursos anteriores quedaron desiertos pero ahora el servicio tiene varios pretendientes que están a la espera de que el Concello convoque el concurso. Aunque, como en cualquier otro puerto, la caja principal es la que se hace en verano, el importe de la última licitación parece asequible. En las bases que regularon los cuatro anteriores el Concello llegó a ofertar una carencia de tres años en un canon de 7.000 anuales. Es de suponer que para el que será ya el sexto concurso, ya que el primero que se realizó en el 2003 también había quedado desierto, ya no se ofrezca un canon tan bajo porque aquella carencia era para paliar las obras que la concesionaria tendría que acometer para poder retomar la actividad y que ahora ya asumió el gobierno local. La estación marítima dispone además de una amplia zona de aparcamiento en el paseo de Camposancos, frente a los Jesuítas.