Palangreros de altura gallegos lanzan sus anzuelos a la puerta de la escuela

E. Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

A GUARDA

GUSTAVO RIVAS

Orpagu firma un convenio con el centro de FP de Gijón para facilitar los días de mar a los recién titulados náuticos

27 feb 2019 . Actualizado a las 19:19 h.

Antes de llegar al extremo de tener que llamar a la puerta de sus casas para rescatar de su jubilación a patrones que hace tiempo que frisaron los 70 -como ya se han visto obligados a hacer los armadores en Japón-, los palangreros de A Guarda han lanzado sus anzuelos a las puertas de las escuelas náutico-pesqueras para ver si pescan patrones en ciernes, de esos que tienen el expediente académico lleno de bienes, notables y sobresalientes, pero con un vacío absoluto en las horas de mar que se ven obligados a hacer para que ese título fruto de hincar los codos tenga alguna validez profesional. Y lo mejor de todo: que alguno parece que ha picado.

Todo comenzó en la última edición de Conxemar. En esa feria, el director del Centro Integrado de Formación Profesional del Mar de Gijón, Indalecio Estrada, entró en contacto con la Organización de Palangreros Guardeses (Orpagu), de la que le había hablado muy bien Francisco González, actual director general de Pesca del Principado de Asturias y que durante muchos años se bregó en las aulas de ese centro de FP formando a titulados náuticos-pesqueros. Orpagu expuso los problemas de la falta de relevo generacional, acuciantes hasta el extremo de amenazar al barco con el amarre. Y la dirección del centro asturiano comentó las dificultades que encontraban los alumnos para poder conseguir los 365 días de mar que necesitan acreditar para poder obtener la habilitación profesional.

No fueron necesarias muchas palabras más para ver las posibles sinergias. Así es que esta misma semana unos y otros han firmado un convenio de colaboración: los armadores guardeses facilitarán el embarque de los recién titulados en palangreros de superficie de altura, mientras que el centro de formación asturiano se compromete a poner en contacto con Orpagu a los alumnos con interés real en trabajar en el sector pesquero.

Como quiera que este segmento de flota, con sello eminentemente gallego, es un gran desconocido para el alumnado asturiano, el centro de FP invitó a la dirección de Orpagu a explicar a los alumnos las posibilidades laborales que ofrece. Una experiencia muy positiva, «de gran interés para los alumnos», expuso Indalecio Estrada, y, según fuentes de la organización de A Guardia, «alguno ya ha pedido contactar formalmente con la entidad para embarcar en uno de sus buques».

Descoordinación

¿Por qué en Asturias? «Porque han sido los que nos han llamado», aduce Juana Parada, gerente de Orpagu. No obstante, el éxito de Gijón les ha animado y están dispuestos a trabajar en el caladeros que serían las escuelas náuticas gallegas. Si no se ha hecho antes es «porque no éramos conscientes de esa necesidad», admite. Pero, tal y como están las cosas ya «no puede ir la escuela por un lado y la empresa por otro», dice Parada, que ve en la formación dual que han implantado el IES Universidad Laboral de A Coruña y Puerto de Celeiro una vía que ellos también pueden explorar.

La gerente de Orpagu está convencida de que los jóvenes rehúyen del mar porque desconocen cómo han cambiado las cosas a bordo. Las mareas ya no se hacen en latas, sino en modernas embarcaciones con camarotes en algunos casos individuales. Que ya hay Internet gracias a los equipos de comunicación vía satélite, que, con tarifas similares a las que se tienen en tierra, permiten enviar wasaps, entrar en Instagram o descargar películas. Con turnos que permiten tener a bordo horarios como si se trabajase en una oficina... A miles de millas de casa, eso sí. Pero bueno, para aquellos que les guste, quieran ganar dinero y tener oportunidades de promoción, que sepan que en los barcos de Orpagu están esperando a los titulados con los brazos abiertos.