No habrá angula del Miño por Navidad

Monica Torres
mónica torres TOMIÑO / LA VOZ

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M. Moralejo

Los pescadores, con medio kilo por embarcación, no recuerdan otro diciembre sin alevines

16 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La angula del Miño no volverá por Navidad. La asociación de pescadores confirma, a poco más de una semana de la Nochebuena, «la peor campaña que se recuerda». «Yo llevo más de treinta años faenando y tampoco los mayores recuerdan nada así. En el Miño no ha habido angula en diciembre», anuncia su presidente, Fernando Ferreira.

La luna terminó el viernes, así que la suerte está echada. Había 81 pescadores con licencia y la media de capturas tras catorce noches de trabajo no ha superado el medio kilo por embarcación, según los datos de la entidad. «No da ni para cubrir gastos y en algunos casos incluso ha supuesto pérdidas», indica el colectivo. «Por medio kilo ganas unos 240 euros, pero si pagas autónomos por todo el mes, son 270 euros y si sumas el combustible otros 70, así que tantas noches de trabajo solo han supuesto pérdidas para algunos», señala Fernando Ferreira. La memoria de los mayores es la principal referencia porque hasta hace un lustro las capturas no pasaban por lonja, así que tampoco había datos oficiales.

La luna previa a la Navidad del año pasado se vendieron 347,13 euros, con un resultado de 169.410 euros, según el portal de Lonxas de Galicia. Los datos de esta campaña aún no están actualizados pero, según los pescadores que participaron, «con 81 licencias y medio kilo de media, el total rondará los 40 kilos». El alevín más codiciado en Navidades, prohibitivo de por sí para muchas familias por sus precios habituales, será aún más difícil que llegue al plato este año.

«Para todos los pescadores ha supuesto pérdidas, pero las circunstancias de cada uno suponen la diferencia», apunta Ferreira. Lo que está claro, añade, «es que aunque sea una actividad complementaria hoy en día ochenta familias van a tener más difícil llegar a fin de mes».

El sector pasa de una media de ingresos en los últimos años de entre 900 y 1.000 euros, ya que la luna de diciembre es la más rentable normalmente por la demanda, a unas pérdidas de hasta 100 euros en función del caso. «Supongo que en enero ya no saldrán todas las embarcaciones porque no se han cubierto ni los gastos», avanza. No encuentran explicación a esta insólita campaña aunque, como todo pescador, saben de los caprichos de la naturaleza y confían en que este no sea el ocaso real de la especie. Ellos mismos propusieron y acataron medidas para proteger al alevín, que está en peligro de extinción desde hace años, al igual que la anguila, el ejemplar adulto.

En noviembre hubo unos resultados similares a los del año anterior. No muy buenos pero suficientes, dado que coincidieron muchos días seguidos de lluvia. Entre el 1 y el 14 de noviembre se capturaron un total 115 kilos de angula en las aguas internacionales del Miño, que supusieron unas ventas en la lonja de A Guarda de 37.287 euros. El arranque fue flojo. Los años anteriores, en el mismo período, se facturaron 87.078 y 144.451 euros respectivamente.

Lamprea

Centran ahora sus esperanzas en la temporada de lamprea, que arranca el 3 de enero y para la que las lluvias sí resultan favorables. Las precipitaciones hacen que el caudal del Miño crezca y el agua dulce se adentre en el mar favoreciendo la orientación del pez que regresa al río para desovar y morir. La preocupación en este caso es el avance del alga que coloniza el Miño y que dificulta la navegación. «É unha alga que crece nas beiras e que se enreda nos aparellos, ademais rompe moito e reprodúcese con gran facilidade», explica el presidente de la asociación de pescadores del Miño. Fernando Ferreira afirma que la situación es «un auténtico caos».