El Miño se come seis metros de costa y media playa de A Guarda en dos meses

Monica Torres
mónica torres A GUARDA / LA VOZ

A GUARDA

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La insólita erosión ha arrasado árboles y más de mil metros del complejo dunar

03 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«El río se ha comido ya seis metros de litoral en algunas de las zonas más afectadas por la erosión desde mediados de febrero». Es la factura que se ha cobrado hasta ahora el problema medioambiental más grave al que se enfrenta A Guarda y que ayer confirmaba el regidor, Antonio Lomba. La insólita erosión que sufre el estuario del Miño, lugar doblemente protegido por las figuras de Red Natura y zona de especial protección de aves (ZEPA), avanza en determinados puntos del tramo entre O Codesal y la playa de Lamiña-O Forte a tres metros al mes desde enero.

A día de hoy, ya han desaparecido más de mil metros del complejo dunar y la mitad de A Lamiña, una de las playas más importantes. «Trasladé la problemática a la Xunta, a Medio Ambiente y a Subdelegación del Gobierno, pero no obtuve respuesta», indicó el alcalde, recordando que hace semanas estuvo allí con la jefa del Servizo Provincial de Costas, Cristina Paz-Curbera. «Ella aseguró entonces que había que actuar de forma urgente y se comprometió a solicitar un estudio», señala. Desde entonces, el río ya ha avanzado otros tres metros llevándose por delante árboles, el cordón dunar y las pasarelas peatonales. «Considero que es una falta de responsabilidad absoluta por parte de las administraciones, además del valor medioambiental se pierden terrenos de una zona fronteriza», lamentó.

Aguas de Galicia afirmó ayer a La Voz que «los problemas de erosión en un estuario son competencia, principalmente, de Costas, y si se producen por alguna razón relacionada directamente con el Miño, de la Confederación Hidrológica del Miño Sil» Desde este organismo trasladaron la competencia a Costas, pero no fue posible recabar ayer la respuesta del Ministerio por ser festivo en Madrid. La fuerza de río ha podido también con los sacos de arena y semillas que Costas colocó a modo de escollera «porque la Xunta no autorizó el uso de piedras». «Se suponía que se formaría una barrera natural de protección», recordó a pocos metros de la escombrera en la que han acabado acumuladas. Xuventudes Socialistas ha lanzado una campaña con el hashtag #Soslamiña, que arrancó con decenas de adhesiones en horas.