La revolución femenina llega al jamón de A Cañiza

Monica López Torres
mónica torres A CAÑIZA / LA VOZ

A CAÑIZA

M. Torres

Siete de los 19 participantes en el concurso de cortadores de la fiesta fueron mujeres

16 ago 2018 . Actualizado a las 06:00 h.

«Os liscos non saben de feminismos nin de machismos, e os porcos tampouco. Para cortar estamos todos en igualdade». Víctor Burgos sabe bien de lo que habla porque es el fundador de la Asociación de Cortadores de Jamón de Galicia, con doce años de ejercicio y más de 5.000 piezas pasadas a cuchillo, es de A Cañiza. El responsable de la quinta edición del concurso de cortadores que se celebró ayer durante la 52 edición de la Festa do Xamón, valoró la buena mano de los profesionales congregados y de las nuevas promesas.

«Este año hemos incluido el premio revelación de cortadoras femeninas para hacer el concurso más plural y aplaudir la suma de mujeres ya que, por tradición, es una actividad con más hombres. Nuestro reto es equiparar el pocentaje», explicó Víctor Burgos mientras los concursantes cortaban los jamones bajo la atenta mirada del numeroso público congregado en la Carballeira de Cacharado. Para llegar a ese equilibrio en la asociación aún falta pero ya hay cantera, como en la Festa do Xamón. Siete de los diecinueve cortadores a concurso eran mujeres. Los tres premios quedaron aún en manos de hombres. Concretamente en las de Juan Barbero, Luis Miguel Rodríguez y Raúl Freire, que consiguieron las mejores calificaciones del jurado integrado por cuatro expertos. La bailarina de Felipe Gil se impuso en la modalidad de Plato Creativo. «Pensé en esta creación para apoyar el ingreso de la mujer en el sector. Hay que fomentarlo porque hay muchas mujeres cortadoras y muy buenas», explicó el galardonado. La joven Pilar Vicente es la Revelación de Cortadoras de la edición del 2018.

El jurado valoró «la rapidez, la rectitud y el rendimiento de la pieza», explicó Víctor Burgos, para quien las mejores aptitudes para ser un buen cortador son «la tenacidad, el empeño y el amor a lo que haces».

Durante la fiesta se agotaron las 5.000 raciones de todas las variedades ofertadas: Curado, asado, cocido al vino, en empanada y en tortilla. El porcentaje evidenció que los comensales siguen prefiriendo el jamón, jamón, porque fue lo más demandado con mucho margen.

Víctor Burgos reivindicó ayer, además, «un epígrafe para la profesión de cortador, que no se considere solo como una especialidad dentro del gremio de la hostelería». La vocación se está extendiendo y profesionalizando gracias a certámenes como el de A Cañiza, que hace un lustro se incluyó en el ramillete de Festas de Interese Turístico de Galicia. Víctor Burgos asegura que sí se puede vivir de esta profesión, cuando se considere como tal, «porque hay una gran diferencia entre un camarero y un cortador profesional». La directora Xeral de Turismo, Nava Castro, pudo ayer tomar buena nota de todo porque participó de la celebración con el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda y una comitiva de alcaldes de la zona, encabezada por el anfitrión, Miguel Domínguez. Los comensa fueron fieles a la cita un año más, rozando los 30.000 bajo la carballeira para rendirle pleitesía al jamón de A Cañiza durante todo el día.

El Escuadrón de Caballería de la Guardia Civil brilló con luz propia dentro de operativo de emergencias. Tres jinetes permanecieron en el recinto y su entorno para asegurar la celebración de la jornada festiva desde primera hora.