Un carballiñés muere tras precipitarse de un viaducto al huir de un atropello

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

A CAÑIZA

El hombre estaba fuera de su vehículo tras una colisión en cadena y trataba de esquivar a uno de los coches implicados en el accidente

05 mar 2017 . Actualizado a las 00:18 h.

El mal tiempo y la falta de visibilidad le costaron la vida a un conductor de O Carballiño, de 41 años, Paulo Álvarez Pérez, quien falleció en la noche del viernes al precipitarse por el viaducto de Barreiro, de la A-52, tras sufrir un accidente, a su paso por el término municipal de A Cañiza.

Según explicaron fuentes de los servicios de emergencias que acudieron al lugar del suceso, el hombre se dirigía hacia su residencia cuando, por culpa del estado resbaladizo de la calzada por la lluvia y la velocidad inadecuada, un vehículo, que iba delante del suyo, efectuó un extraño y se golpeó contra el pretil del puente en torno a las 22.30 horas, según informó la central de emergencias del 112 en Galicia.

El lugar donde ocurrió el accidente, a la altura del kilómetro 274 de la autovía de las Rías Baixas, es un sitio muy peligroso porque se encuentra en un alto donde sopla mucho el viento lateral y el trazado de la autovía dibuja una pequeña curva, que se encuentra a unos tres kilómetros del desvío para entrar en el casco urbano de A Cañiza.

Tras sufrir el impacto de su coche por alcance contra otro que se había accidentado contra el pretil, Paulo Álvarez, salió fuera de su vehículo muy aturdido. Era noche cerrada y hora punta de circulación de vehículos que regresaban después de la jornada laboral a sus lugares o se desplazaban con motivo del inicio del fin de semana.

La intensidad de circulación y el hecho de que no se guardasen convenientemente las distancias de seguridad causaron una colisión en cadena en la que se vieron involucrados cuatro vehículos, según los bomberos de Ponteareas.

Paulo se bajó tratando de esquivar a uno de los coches que venían hacia él. Cegado por las luces se acercó al borde de la autovía para salir de la calzada sin ser consciente de que al otro lado de la valla, en la mediana, no había tierra firme sino un gran desnivel que tiene 30 metros de altura, según fuentes de la Policía Local y del Concello de A Cañiza.

El viaducto de Barreiro, sobre el río Oulo, está muy mal iluminado porque se encuentra lo suficientemente alejado de las casas del pueblo para que no llegue hasta el lugar los destellos de las lámparas del alumbrado público.

Tras recibir la alerta, el Centro de Emerxencias de Galicia 112 Galicia movilizó a la Guardia Civil, a los Bomberos y al servicio de Urxencias Sanitarias de Galicia-061.

También fueron informados los Bomberos de Vigo y los efectivos del GES de Ribadavia, que no llegaron a intervenir.

Un rescate complicado por la profundidad del barranco, la maleza y la noche

A causa de la intensa maleza y al oscuridad resultó complicado encontrar los restos del accidentado en el fondo del barranco, según atestiguaron los bomberos. Finalmente, sobre las 23 horas, el cuerpo fue vislumbrado y se inició una laboriosa tarea de rescate que concluyó cinco minutos antes de la medianoche.

Los servicios médicos del 061 que se desplazaron hasta el lugar no pudieron hacer nada por salvar la vida del hombre y certificaron su fallecimiento.

Paulo Álvarez Pérez había nacido en Venezuela pero llevaba muchos años residiendo en la villa carballiñesa, donde había estado colaborando durante años como voluntario de Protección Civil, informó Maite Rodríguez desde Ourense.

Hace dos años se produjo un suceso similar en Vigo. La edila de Seguridad Ciudadana de Ponteareas, Vanesa Fernández, que envió a los bomberos, sostiene que «se deberían colocar pantallas para dotar de seguridad a los viaductos».