Greenpeace libera una docena de tiburones vivos capturados por un pesquero vigués en el Pacífico Sur

VIGO
Activistas a bordo del Rainbow Warrior se incautaron de casi 20 kilómetros de palangre cerca de Nueva Zelanda. Los palangreros acusan al capitán del buque de la oenegé de desconectar el AIS
10 jun 2025 . Actualizado a las 01:49 h.La organización Greenpeace liberó una docena de tiburones vivos capturados por un pesquero vigués mientras faenaba en el Pacífico Sur. La tripulación del Rainbow Warrior interrumpió la jornada de pesca que realizaba la embarcación gallega en aguas cercanas a Nueva Zelanda y se incautó de casi veinte kilómetros de línea y más de 210 anzuelos, un gesto con el que quisieron protestar contra la que consideran una «práctica destructiva».
Los hechos ocurrieron el pasado 1 de junio. Greenpeace considera que el modelo de pesca industrial, como el que practicaba este palangrero gallego, supone un peligro para la salud de los ecosistemas marinos. Denuncia, además, que entre los ejemplares rescatados se encontraba un marrajo, especie considerada en peligro de extinción en la lista roja de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza. También se liberaron tiburones azules, tintoreras y peces espada.

«La pesca industrial asola nuestros océanos», define Marta Martín-Borregón, responsable de Océanos para la organización verde en España. Sostiene que esta flota «asegura que su objetivo es el pez espada o el atún, pero nuestros activistas fueron testigos de cómo capturaban tiburón tras tiburón, incluidos algunos en peligro de extinción, en solo media hora».
«El 37% de los recursos pesqueros a nivel mundial se encuentran sobreexplotados como consecuencia de una actividad pesquera insostenible, con un ritmo de extracción y producción de recursos que supera enormemente la capacidad que tienen los mismos para su regeneración», pone en alerta Greenpeace. Considera que esta situación, influida por la «baja selectividad de las artes de pesca industriales y a las políticas públicas que han financiado a las grandes flotas», ha derivado en que flotas como la española decidan desplazarse «cada vez más lejos» para asegurar su acceso a los recursos del mar.

La Organización Nacional de Palangreros de Altura: «El capitán del Rainbow Warrior desconectó el sistema anticolisión»
La Organización de Productores Nacional de Palangreros de Altura, localizada en el puerto pesquero de Vigo, tilda de «ilegal» la actuación llevada a cabo por los activistas del Rainbow Warrior y arremete contra la organización con sede en Ámsterdam. «En lugar de fomentar el diálogo y la mejora continua del sector, Greenpeace recurre a acciones de confrontación y agresión a pescadores que trabajan legalmente».
La entidad española que agrupa a los palangreros españoles ha querido precisar que, aunque expuesto al colapso, «la captura de especies como el tiburón mako está regulada, no prohibida, bajo determinadas condiciones», como ocurre con los tiburones azules. La organización asegura, además, que la embarcación viguesa intervenida cuenta «con las licencias necesarias para la pesca de especies altamente migratorias en aguas internacionales» y que las prácticas del socio empresarial gallego al que representan «se adhieren a las regulaciones establecidas por las organizaciones regionales de ordenación pesquera», en este caso, la Western and Central Pacific Fisheries Comision.
El hecho de que Greenpeace decidiese incautarse casi veinte kilómetros de línea de pesca «con todos sus equipamientos y las capturas correspondientes» también molesta a la organización armadora, que considera que se ha cometido un delito. Avanzan, además, que la empresa propietaria de este pesquero dispone de pruebas que reflejan que «para llevar a cabo su acción ilegal, el capitán del Rainbow Warrior desconectó el sistema obligatorio anticolisión (AIS)».
Además, advierte que la actuación del pasado 1 de junio «supuso una infracción a distintas normas de navegación internacionales y un riesgo para las tripulaciones de ambas embarcaciones y para la seguridad en el mar».