La dieta Atlántica de las pequeñas ballenas: «Se alimentan de arenque en el Reino Unido y el norte de Europa y de sardina en Galicia y Portugal»

VIGO

La investigadora Gema Hernández, del IEO, analiza los almuerzos de los rorcuales aliblancos tras el estudio liderado por la Universidad de Aveiro que revela que la población en aguas ibéricas ingiere 26.100 toneladas de pelágicos al año
17 abr 2025 . Actualizado a las 11:15 h.A partir de ahora, nadie podrá negar el buen gusto de los rorcuales aliblancos que pasan cada vez con más frecuencia por las costas de Galicia. Un estudio revela que las caballas y principalmente las sardinas son los peces preferidos de estas pequeñas ballenas (alcanzan un máximo de nueve metros) a la hora de alimentarse. Auténtica dieta atlántica. El trabajo evidencia que los cetáceos no comen tanto krill, como se pensaba, y de paso se presenta como «información relevante para la definición de estrategias de conservación eficaces para esta población vulnerable».
La investigación liderada por la Universidad de Aveiro junto con el Instituto de Investigacións Mariñas (IIM-CSIC), la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (CEMMA) y respaldado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO), publicada en la revista Marine Environmental Research, se centra en el análisis del contenido estomacal de rorcuales varados en Galicia y Portugal. En total, se han analizado 27 ejemplares (uno de ellos no servía, 15 eran machos y 11, hembras). Los datos demuestran que los peces son la principal fuente de alimento para esta especie. Si la sardina y la caballa son la presencia más importante en el lado gallego, la sardina y el jurel lo son en el luso.
«Otros estudios realizados con anterioridad en aguas del Reino Unido y del centro y norte de Europa han detectado que sus presas principales son pequeños pelágicos, en particular, el arenque. En este trabajo evidenciamos que también se alimentan de sardina, que requiere aguas menos frías», señala Gema Hernández, científica del IEO embarcada en este proyecto.

El incremento del consumo de sardina desde el 2016 se considera un hallazgo clave. Coincide con la recuperación de los stocks de esta especie en la zona. Actualmente, la población de rorcual aliblanco que habita en aguas ibéricas, consume cerca de 26.100 toneladas de estos seres pelágicos al año. «Hasta mediados de la década del 2010, los registros de sardina en el sur de Europa presentaron los datos más bajos de biomasa y abundancia. Desde el 2016, se detectó una mejora en el recurso en la costa de Galicia y de Portugal y eso parece verse reflejado en la dieta de esta especie de ballena», argumenta Gema Hernández.
El estudio muestra que los crustáceos tipo krill juegan un papel más marginal en la dieta de lo que se creía, ya que solo fueron hallados en tres de los 26 ejemplares analizados. Además, se identificaron otras especies como el trompetero (Macrorhamphosus scolopax) y el pez aguja (Belone belone), aunque en menores cantidades.
Los científicos gallegos y de la institución académica portuguesa advierten de una posible competencia con la pesca comercial, ya que los tamaños de los peces consumidos por los rorcuales coinciden con los estándares de la industria. Silvia Monteiro, investigadora principal de la Universidade de Aveiro, señala que esta situación podría exacerbar la vulnerabilidad de la especie, que ya enfrenta una elevada mortalidad por capturas accidentales: un 34 % en Galicia y un alarmante 75 % en Portugal.

Conservación
Monteiro enfatiza la necesidad de monitorear de forma continua las poblaciones de sardina en la Península Ibérica, no solo para garantizar su conservación, sino también para promover una coexistencia sostenible entre los depredadores marinos y la actividad pesquera. «El agotamiento de poblaciones clave de peces, en particular de especies con altas densidades calóricas, puede representar un problema para las especies de cetáceos con altas demandas metabólicas», como estas pequeñas ballenas, «debido a su necesidad de dietas de alta calidad», destaca el estudio.
Gema Hernández aporta otra aclaración. «Es importante tener en cuenta que estimamos que la cantidad de sardina que puede comer esta especie de rorcual al año sería de un 4 %. Es decir, aunque compita con la pesquería de sardina, el efecto sobre ella no es importante», analiza.
El rorcual aliblanco, con una población estimada de 1.400 individuos en aguas ibéricas, se encuentra presente durante todo el año y es capaz de adaptarse a las variaciones estacionales en la disponibilidad de presas, según estudios previos en el Atlántico Norte. Cada ejemplar ingiere 67 kilos de alimento al día y los festines son a costa de presas de alta calidad nutricional.
Este trabajo cuenta con el respaldo de la Fundación Biodiversidad y ha sido financiado por la Unión Europea con fondos Next Generation en el contexto del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). También se hizo con el apoyo de la Consellería de Medio Ambiente y Cambio Climático de la Xunta de Galicia. Hay que tener en cuenta el importante hallazgo no solo amplía el conocimiento sobre los hábitos alimenticios del rorcual aliblanco, sino que también destaca la necesidad de medidas de conservación para proteger tanto esta especie como el equilibrio de los ecosistemas marinos.