
Reconoce ante el Círculo la complejidad del AVE, «pero la clave es que no se pare»
06 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El alcalde de Vigo, Abel Caballero, indicó ayer ante los representantes del tejido empresarial del sur de Galicia que el nuevo túnel de la A-52, que conectará la entrada sur de la ciudad con O Porriño, estará operativo en aproximadamente seis años. Así lo explicó durante su coloquio El futuro económico de Vigo, en el que insistió que la propuesta que el Ministerio de Transportes acaba de sacar a información pública es una infraestructura «irrenunciable» para la mayor ciudad de Galicia. Para Caballero, se trata de un proyecto en aras de convertirse en «un grado nudo de comunicaciones y distribución de circulaciones» y que ayudará a mejorar la seguridad vial en la zona, al evitar que los vehículos circulen por la A-55.
El nuevo diseñado planteado por el Gobierno central y defendido por Caballero para la A-52 se corresponde con 6,1 kilómetros de carreteras, de los que cuatro kilómetros discurrirán por túneles. El Partido Popular y el Bloque Nacionalista Galego ya han mostrado su rechazo a esta propuesta, junto con los vecinos de la A-52 que han presentado más de 25.000 alegaciones. Los residentes temen el impacto que esta obra pueda tener sobre sus viviendas. Ante el Círculo de Empresarios de Galicia, Abel Caballero trató de explicar ayer que el impacto de los túneles se reducirá finalmente a 18 viviendas, de las cuales quince se encuentran en el término municipal de Vigo y tres, en Mos. «Habrá gente que tendrá que abandonar sus casas por el bien común», insistió ante los directivos.
Los partidos que componen la oposición en el gobierno local de Vigo, el PP y el BNG, se han opuesto frontalmente a los cuatro kilómetros de túneles y, en su lugar, defienden la exención de peajes en la AP-9. Caballero dijo ante los empresarios que esta alternativa «no funcionaría porque si se trata de reclamar la gratuidad de la autopista, hay que pedirla para todo el recorrido, de Ferrol a Tui». De El alcalde reprodujo ayer, durante el desayuno del Círculo, una grabación del 2022 en la que Alberto Núñez Feijoo, como presidente de la Xunta, proponía a la entonces ministra de Transportes, Raquel Sánchez, liberar de peaje la AP-9 entre Vigo y O Porriño y no hacer la nueva autovía. Desde entonces, Caballero afea esta conducta a los Populares en cuanto supone rechazar una inversión en infraestructuras de 350 millones de euros.
Otro asunto que preocupa a los representantes de la industria del sur de Galicia y que quiso abordar Caballero es la alta velocidad ferroviaria para conectar el área de Vigo con Oporto y con Madrid. En el primero de los casos, el regidor reconoció que el Gobierno portugués, en estos momentos, ha decidido priorizar la conexión entre Oporto y Aveiro, pero insistió en que el Ejecutivo español «mantiene el compromiso» de concluir el trazado en la orilla norte del río Miño en el 2030.
En el caso de la alta velocidad a la capital española, Abel Caballero, que defiende la variante de Cerdedo, aseguró que los trabajos entre Vigo y Madrid «ahora están avanzando» y culpó al Partido Popular de años de retrasos. «Es nuestro planteamiento y seguiremos en esta línea», insistió. Reconoce que se trata de una infraestructura compleja, valorada en 2.000 millones de euros, «pero la clave es que no se pare».