












Miles de personas se movilizan contra la privatización y para pedir más recursos, tras el cierre de la comisión de investigación del Parlamento gallego
16 ene 2025 . Actualizado a las 23:06 h.La comisión de investigación que el BNG impulsó en el Parlamento gallego sobre el Hospital Álvaro Cunqueiro se cerró sin el efecto político que buscaban los nacionalistas, porque el PP impuso con su mayoría absoluta un dictamen que dice que todo fue legal y que no hubo sobrecostes. Perdida esa batalla en la Cámara gallega, la izquierda se movilizó este jueves en las calles para clamar contra el modelo elegido por el gobierno de Alberto Núñez Feijoo para hacer el Cunqueiro, que dejó en manos de una empresa privada la financiación del hospital y la gestión de los servicios no clínicos durante diez años. Ese modelo supuso gastar 166 millones de euros más (470, si no se tiene en cuenta la evolución del precio del dinero) que habiendo hecho un contrato para la obra y otro para la gestión, según el informe que el Consello de Contas publicó en verano, que constata que no sirvió para dotar a Vigo de más camas de hospital y que se hizo sin informes obligatorios.
La manifestación convocada por la plataforma SOS Sanidade Pública, que integra a los partidos de izquierdas y a los sindicatos, concitó este jueves por la tarde a varios miles de personas (62.000, según la organización; 30.000, según la Policía Local) tras el lema «Reconstruír a área sanitaria de Vigo». La cabeza de la manifestación estaba en la Farola de Urzaiz mientras la cola llegaba a El Corte Inglés, ocupando una de las dos calzadas de la Gran Vía.
La protesta se llenó de pequeñas plataformas locales donde faltan médicos, con significativa presencia de la de Moaña. Se corearon lemas contra el presidente de la Xunta —«¡Poñede a Rueda na lista de espera!»—, contra la privatización —«¡A privatización é corrupción!»— por la sanidad pública —«¡Sanidade pública de calidade!»—.

La marcha estuvo poblada por cargos autonómicos del BNG y el PSdeG, como los líderes de los dos partidos, Ana Pontón y José Ramón Gómez Besteiro; y por cargos locales de esos partidos, como el alcalde de Vigo, Abel Caballero y varios de sus concejales, el edil nacionalista Xabier Pérez Igrexas, y los alcaldes del área de Vigo.
El manifiesto contenía una amplia lista de reivindicaciones. La principal de ellas es el rescate de la concesión del Álvaro Cunqueiro, que finaliza en el 2035, para que sea íntegramente gestionado por el Sergas. También reclamaba ampliar el Álvaro Cunqueiro, utilizar todo el Meixoeiro (buena parte está cerrado), asumir la población que está en manos de Povisa y un centro de alta resolución en A Doblada.