Beatriz Domínguez participa en un curso con la Fundación Naturgy, que forma técnicos de parques eólicos en Salvaterra
30 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.«A las mujeres electricistas no las contratan, por eso busco una alternativa en la energía eólica». Lo dice Beatriz Domínguez. Esta electricista de Vigo, de 44 años, se quedó en el paro en marzo tras más de veinte años continuados en la misma empresa. Sus compañeros se recolocaron enseguida ya que la demanda de profesionales es muy alta. «Yo sé hacer lo mismo, pero no consigo empleo por ser mujer», denuncia. En todo este tiempo, y pese a que envió más de medio centenar de currículos, solo consiguió que la llamaran para una entrevista, aunque la plaza fue para otra persona.
Beatriz es una de las participantes del curso de formación profesional en mantenimiento de parques eólicos que la Fundación Naturgy está desarrollando en las instalaciones de Seganosa, en Salvaterra do Miño. Es un programa becado diseñado para capacitar a personas en situación de vulnerabilidad en uno de los sectores con mayor proyección dentro del ámbito energético. En su haber, más de dos décadas de carrera como electricista, su capacidad de superación, de trabajo en equipo y, según ha vuelto a demostrar tras superar este nuevo reto, su extraordinaria capacidad de resiliencia. Forma parte del colectivo en situación de vulnerabilidad por ser mujer, pero su testimonio calla bocas en el sempiterno debate sobre igualdad de oportunidades y es un grito contra el machismo.
Reconoce su frustración porque, «al igual que ocurre en otras muchas profesiones», ni le han dado aún la oportunidad para demostrar que su valía no es cuestión de género. En vez de hundirse, se ha preparado para trabajar también a cien metros de altura. Las sesiones incluyen simulaciones exigentes, como evacuaciones de ascensores averiados en condiciones de altura, lo que requiere no solo destreza técnica, sino también nervios de acero y trabajo en equipo. «Confío en que esta capacitación me abra puertas. Están buscando bastante personal en el sector eólico», comenta con optimismo.
Ya se había matriculado en más cursos desde marzo en los que le dijeron abiertamente que «en profesiones como la de electricista o la de fontanería no se cogían a mujeres». «Yo necesito trabajar como cualquier hombre», dice tras acabar uno de los ejercicios del curso en el que han tenido que bajarse de un ascensor supuestamente averiado y evacuar a un compañero. Recuerda que hace más de dos décadas, en su primera entrevista de trabajo, le preguntaron si pensaba quedarse embarazada y tener mucha familia. No es un escenario tan anacrónico. Aunque estas prácticas están prohibidas, este sesgo implícito es tan perjudicial como las prácticas abiertamente discriminatorias, en muchos casos veladas, pero igualmente dañinas.
Beatriz Domínguez solo quiere trabajar en lo que se formó y para lo que estudió. Es una de las cinco mujeres que hay en el grupo de 32 personas que participan en este novedoso curso con el que la Fundación Naturgy apuesta por la renovación energética, pero también laboral. «A día de hoy, el 40 % de las personas empleadas en el sector fotovoltaico son mujeres y en el de las eólicas, un 21 %», indican desde la fundación.
El curso, certificado por la Universidad Politécnica de Madrid fomenta la empleabilidad en el sector de las energías renovables y el objetivo es que al menos un 50 % de los participantes de esta primera promoción salgan con trabajo, explica Yolanda Orellana, técnico de la Fundación Energy.
El interés por la calidad y potencialidad del proyecto hizo que se cubrieran enseguida las 32 plazas, 5 por mujeres. «Creo que podo ter máis posibilidades porque é un sector en auxe. O que máis impón é a altura, pero hai que afacerse», dice Juan Jácome, mecánico de coches de Lalín de 27 años. Luis Ángel Parra llegó a Galicia en el 2017 buscando un futuro imposible de labrarse en Venezuela. Estudió automoción y trabajó en una empresa de paneles voltaicos. «Siempre quise enfocar mi carrera hacia los eólicos, ya hice el curso de gestión y montaje de parques y ahora este para conseguir la formación específica GWO», dice.