Locales con más de treinta años sobreviven a los nuevos negocios de Vigo
10 nov 2024 . Actualizado a las 14:14 h.Hace treinta y nueve años que José Manuel y sus hermanos levantaron por primera vez la verja del Tus Bocatas en la calle Arenal. La famosa bocatería del centro de la ciudad capeó la crisis económica del año 2008 y la pandemia del 2020, y en los últimos años el negocio ha sobrevivido a uno de los fenómenos de moda: las hamburgueserías gourmet. Le ha pasado a ellos a otros locales tradicionales de Vigo.
A pesar de estar rodeada de estos nuevos y modernos restaurantes, la bocatería Tus no ha notado un descenso de su clientela. «Yo creo que las nuevas aperturas son buenas porque dan variedad a la zona», explica José Manuel. «Pienso que no nos afecta, pero puede que a lo mejor tengamos que evolucionar».
Sin embargo, su evolución durante estos años fue progresiva, ya que poco a poco fueron incorporando nuevos ingredientes y platos en su carta, aunque siempre manteniendo la esencia de su producto principal, los bocatas.
Uno de los aspectos que hace que estos negocios de siempre se mantengan durante tantos años es la clientela. «Cuando abrimos venía la gente de nuestra edad, ahora siguen viniendo ya siendo padres y son sus hijos los que cenan aquí antes de salir de fiesta», explica.
Algo parecido le ocurre al Rin Ran, la primera bocatería que abrió en la calle Churruca hace treinta y cuatro años. «Casi estamos aquí antes que la calle», bromea su dueño, Juan Davila. «Hay gente que viene desde que abrimos», apunta.
Davila recuerda que cuando abrieron el local, sus mesas se llenaban de parejas que después comenzaron a llegar con sus hijos. Pasados los años, ahora son esos hijos lo que acuden en pareja a cenar y que sus padres siguen frecuentando el local. «Hemos vivido diferentes relevos generacionales».
A pesar de que en estos años han sufrido subidas y bajadas, la clientela siempre se ha mantenido estable: «Nosotros tenemos unos precios bastante asequibles y te puedes permitir venir más a menudo». Por eso piensa que frente a los nuevos locales, con precios más elevados, uno de sus valores diferenciales es que «tenemos clientes que vienen cada día». Además, a esto se añade que su producto es prácticamente el mismo desde que comenzaron y lo mismo ocurre con su plantilla: «Tenemos una empleada que lleva treinta y un años con nosotros».
Al igual que el Tus o el Rin Ran, el Lareca tiene un público fiel desde hace veintisiete años. El local, también ubicado en el corazón de Churruca, se mantiene en pie gracias «a los parroquianos y a los jóvenes que salen, por eso también sobrevivimos a todas las crisis, porque la gente siempre sale», cuenta David Varona, el dueño del local desde el 2014. Su hermano fue quien decidió abrir la bocatería hace veintisiete años.
David reconoce que después de la pandemia y tras el bum de las hamburgueserías en el centro de Vigo, «decidimos quitar ese producto de la carta, porque vimos que había muchísima oferta en la ciudad». Desde el año 2020, el negocio se dedica exclusivamente a los bocadillos. «Dejamos las hamburguesas para la milla de oro», señala.
Con el paso del tiempo han sabido adaptarse a las nuevas necesidades. Por eso, a pesar de que son un negocio lo más tradicional posible, han incorporado opciones veganas en su carta, además de que se han encargado de organizar eventos en colaboración con otros locales, como los domingos de vermú.
David tiene claro cuál es la clave del éxito: «Los locales como el nuestro, al ser pequeño, el trato es más cercano. Con clientes que han venido durante años se genera como un sentimiento de familia».