El grupo quiere aumentar la producción de Mangualde un 50 % y prevé contratar a 240 trabajadores. El Gobierno luso ya tiene el proyecto en exposición pública. Carlos Tavares: «Mangualde tiene los mejores índices de productividad de las fábricas del grupo en la Unión Europea»
24 oct 2024 . Actualizado a las 01:57 h.Hace apenas unos días que el consejero delegado del gigante Stellantis, Carlos Tavares, pronunció las siguientes palabras sobre la factoría de Portugal: «Mangualde tiene los mejores índices de productividad de las fábricas del grupo en la Unión Europea». La confesión ocurrió después de que el directivo advirtiera que la competencia china puede llegar a provocar el cierre de plantas automovilísticas y fue su manera de calmar los ánimos en su país y alejar al centro luso de esta posibilidad. De hecho, aclaró que «la calidad y la productividad» de las fábricas situadas en la península Ibérica hacen pensar en que se trata de centros de trabajo con un futuro razonablemente optimista.
La satisfacción de la dirección de Stellantis con el resultado de Mangualde —que acaba de convertirse en la primera fábrica de todo Portugal en producir a gran escala vehículos 100 % eléctricos— también se aprecia en la última estrategia diseñada por el grupo para insuflar carga de trabajo en el distrito de Viseu, donde prevé alcanzar un ritmo de fabricación de 18 vehículos por hora, que significa un incremento del 50 % con respecto al ritmo actual, así como instaurar en el 2025 un cuarto turno de trabajo con el que incrementar los niveles de fabricación a cerca de 120.000 unidades al año.
Así lo refleja el documento entregado por Peugeot Citroën Automóveis Portugal SA a la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente para informar sobre la estrategia que diseña Stellantis para la fábrica lusa, que durante muchos años ejerció como satélite de Vigo, asumiendo el excedente de producción del centro gallego. El grupo quiere ampliar en Viseu sus instalaciones actuales, que se extienden sobre un área de 86.830 metros cuadrados, para ocupar un total de 110.618.
Este proyecto, que estará sometido a consulta pública hasta el 25 de noviembre, «tiene como objetivo reforzar la competitividad industrial de la unidad de Mangualde y es el resultado de la apuesta del grupo en Portugal con la vista puesta en la continuidad de la unidad», justifica la compañía de automoción en el documento. Una vez alcanzado su propósito, Stellantis contratará a 240 personas más y alcanzará los 1.072 trabajadores.
Todo este plan lleva aparejada la construcción de instalaciones dedicadas a la producción de energía fotovoltaica para autoconsumo (UPAC). La previsión del grupo es producir unos 5.000 megavatios anuales, «de los cuales un 83 % se destinará al consumo propio» y el restante, a la venta.
El escenario que ha diseñado Stellantis para Portugal es muy distinto al de Vigo, ya que mientras la factoría lusa ya ve despejado su futuro industrial a corto plazo, la plantilla en Galicia sigue a la espera de conocer si se instaurará la STLA Small.
La gigafactoría de baterías de Zaragoza queda en manos de China
Stellantis tiene el proyecto (una gigaplanta de baterías de coches eléctri cos), tiene el terreno (60 hectáreas edificables) y tiene las ayudas del Gobierno (298 millones). Ya solo falta que el Gobierno chino dé el visto bueno a la incorporación de su socio, la compañíla CATL, un hecho que todavía no se ha producido. Así lo advirtió el CEO del grupo, Carlos Tavares, en el reciente Salón Internacional del Automóvil de París. La clave parece estar en cómo se resuelvan en Europa los aranceles a los vehículos eléctricos. Figueruelas suspira por la confirmación de un macroproyecto de 3.000 millones de euros de inversión y que conllevaría la creación estimada de 3.000 puestos de trabajo. El plan va ligado, también, a la nueva plataforma para la fabricación de vehículos eléctricos. Vigo, que de momento tiene confirmadas ayudas por valor de 56 millones de euros de los PERTE convocados por el Gobierno, también espera la confirmación de la plataforma de Balaídos.
El grupo empieza la reducción de costes por EE.UU., donde cerrará un centro de pruebas
Stellantis está en pleno proceso de reducción de costes. La multinacional automovilística ya avanzó que prescindirá de las marcas que no sean rentables (tiene catorce, entre las francesas, italianas, americanas y alemanas) y que no descarta cerrar fábricas. La repercusión social de esta última medida sería evidente y, de momento, el grupo ha empezado a pasar la tijera en Estados Unidos. El pasado fin de semana confirmó la decisión de cerrar el Stellantis Arizona Proving Ground, uno de sus centros de pruebas y desarrollo en el país. La clausura de las instalaciones se llevará a cabo a finales de este año y supondrá unos 69 despidos (alguno de los puestos de trabajo se podría salvar con reubicaciones). En Arizona tiene un campo de test de 1.600 hectáreas. Las pruebas de los vehículos pasarán a hacerse ahora en otro centro de Toyota que también está situado en Arizona. Hay una lista de 18 centros en Estados Unidos que podrían cerrar.