La manada a tamaño real construida en la India se estrenará en Francia
22 sep 2024 . Actualizado a las 08:57 h.No es un espejismo. Quien pase estos días por Oia puede toparse con una manada de elefantes retozando cerca del mar. Es más fácil verlos que saber distinguir desde una prudencial distancia si son de carne y hueso porque antes incluso de abandonar la India, pasaron por el filtro de varios expertos. «Todos quedaron impresionados por el hiperrealismo de estos monumentales ejemplares», explica Abel Martín, el director de La Fiesta Escénica.
A punto de cumplir treinta años de actividad y con más de 200 espectáculos en gira para los mayores circos de todo el mundo y el suyo propio, acaban de cumplir uno de sus mayores aspiraciones. «Son los primeros elefantes robotizados del mundo del circo», confirma este gran equipo con cuatro argentinos al mando. Pepín, Marta y Felipe eran alumnos de Abel en la ciudad de Cipolletti y todos apostaron por asentarse en O Val Miñor, el lugar que los enamoró en el verano del 2001. La gran factoría de sueños a la que hoy en día acuden los circos más famosos del mundo es también la mayor embajadora de Oia, «porque es nuestra casa madre y nuestra fuente de inspiración».
Nunca se para de crear sueños en esta factoría que reparte la magia e ilusión de siempre pero renovada con la incorporación de cualquier técnica o tecnología que posibilite «mantener intacta el alma del circo porque como todas las artes, está en continua evolución», defiende Martín. El equilibrio y la maestría les permite dar forma a sus proyectos «respetando y manteniendo siempre el espíritu e incluso las formas de aquel espectáculo que hace 260 años nació de forma espontánea cuando el sargento Philip Astley comenzó a exhibir sus dotes como jinete en una pista circular».
Martín tiene muy presente ese origen para planificar su futuro y parece que no van desencaminados porque Bernhard Paul, director del Circo Roncalli, premió a la Fiesta Escénica «por conservar el verdadero espíritu circense y representar el camino hacia donde debe evolucionar». Ocurrió en el 2011 en Viena, cuando ya habían hecho varias colaboraciones, durante el 40 aniversario de Roncalli en Alemania.
Por eso ahora, tras otros muchos espectáculos escritos para él, Bernhard Paul ha visitado Oia para abordar el nuevo espectáculo que ha encargado a La Fiesta Escénica para la celebración de sus bodas de oro. Para ese gran acontecimiento, se destinarán dos de los elefantes que acaban de desembarcar en Oia, porque hubo que transportarlos en contenedores desde la India hasta Vigo y otro partirá de inmediato hacia Francia para el nuevo espectáculo que han creado para Le Reve du Cirque.
Tanto Roncalli como La Fiesta Escénica son un referente por invertir en tecnología para no renunciar a la experiencia de los espectáculos con fauna, pero sin dañar a ningún ser vivo. El austríaco apostó por los hologramas y los argentinos de Oia por los animatrónicos, que son robots animados electromecánicamente. «Solo construimos animales que realmente forman parte del circo, porque lo que quiero es conservar el formato que todos tenemos en la cabeza y el corazón», dicen. En el 2010, tras dos años de trabajo e investigación parieron a los osos animatrónicos que, pese a ser de tamaño real, han viajado ya por los cinco continentes. Esta innovadora experiencia de crear animales artificiales para las pistas de circo, con apariencia externa y gracia de movimientos que los hacen adquirir un realismo admirable, ya ha tenido un reconocimiento mundial
El particular arca de La Fiesta Escénica ha ido creciendo y ahora, con la maquinaria ya a máxima velocidad para la temporada de más trabajo del año, se suman a la plantilla una manada de cinco elefantas a tamaño real que, en breve, recibirán a otras dos. Son un hito para la compañía, las de mayor dificultad técnica y estética pese a la experiencia, que han sido posibles «gracias a Felipe, el diseñador y escultor principal y la colaboración de todos».
«Son hiperrealistas y a escala real. Los adultos tienen 3,60 metros de altura, el joven es de 2,2 y la cría de 2», explica Martín. La imagen es impactante porque están elaborados con meticulosa atención al detalle, simulando la apariencia y los movimientos de los mamíferos más grandes de la tierra. La alcaldesa, Cristina Correa, fue a recibir a los nuevos miembros de la plantilla animal de la compañía y tampoco ocultó su sorpresa. No solo tienen una forma vívida sino que pueden moverse cual paquidermos con ojos que lagrimean mientras sus enormes orejas aletean y su trompa expulsa agua.
Felipe hizo la escultura en cemento. De ahí salió el primer molde en resina que está en negativo y después comenzó el relleno con otras capas de fibra que se van desmoldando. Luego se unieron todas con resina y arrancó la fase de estética con látex, hierro, pelo artificial y hasta las pestañas de los ojos. El trabajo continúa ya en casa tras dos meses y medio de travesía marítima.
La compañía se reinventa a diario para crear un mundo de sueños y magia. Atrae a un público gigante fascinado por este majestuoso espectáculo poético con 25 animales robóticos en plantilla con alma de artistas.
«Es un gran matriarcado»
Son todas hembras, «porque es una gran matriarcado». «Los machos viven en solitario al hacerse adultos y la hembra mayor del grupo dirige a las demás con las crías», indica Abel Martín. El trabajo fue en la India por ese plus de realismo que han de asegurar para contar allí con especialistas y muchos modelos ya que son elefantes hindúes.