Arranca la reconstrucción de la muralla que se desplomó en Valença

La Voz VALENÇA DO MINHO / LA VOZ

VIGO

cedida

El Estado financia con 1,3 millones las obras para mantener sus características

23 ago 2024 . Actualizado a las 21:58 h.

Comienza la marcha atrás para que la histórica fortaleza de Valença do Minho vuelva a lucir en todo su esplendor. Parte de la icónica estampa de la ciudad fronteriza, que es monumento nacional desde hace casi un siglo, se desplomó el 1 de enero del 2023 por un corrimiento de tierras debido a las lluvias. Ahora comienza la reconstrucción del tramo de San José, que fue el que se vino abajo.

La idea es que los trabajos que financia el Gobierno de Portugal (se destinarán 1,3 millones y no 2, como se había dicho en un principio) estén concluidos «en los primeros meses del 2025», según avanzó la cámara municipal.

La intervención respetará el método constructivo y las características originales de finales del siglo XVII e inicios del XVIII. La idea es mantener la autenticidad del baluarte de São José. Hay que tener en cuenta que la fortaleza de Valença está inmersa en un proceso para ser declarada patrimonio de la humanidad por parte de la Unesco. Cada año la visitan más de dos millones de personas. La muralla tiene una extensión de 5,5 kilómetros y está considerada la tercera histórica más importante del país.

La reconstrucción comenzará por los trabajos de limpieza de la zona del derrumbe, la estabilización del talud interior del muro y la consolidación de la zona donde se fracturó la cortina. Es fundamental asegurar el perímetro para preservar este espacio que a diario está lleno de cientos de personas, la mayoría procedentes del sur de Galicia.

Ya se está cometiendo la instalación del sistema de drenaje de aguas pluviales y la colocación de micropilotes para la cimentación del muro, según explicó el alcalde de Valença, Manuel Vaz Carpinteira.

La tierra se tragó hace algo más de año y medio 1.000 metros cuadrados del paño que durante cinco siglos mantuvo intacta la imagen de la ciudad fortificada.

Los comerciantes y gobernantes de Valença respiran con más tranquilidad tras el inicio de las obras. Hacía ya más de un año que el Consejo de Ministros aprobara la declaración de situaciones excepcionales para el reguero de incidencias que asolaron el sur de Portugal en diciembre y las que sufrió el Alto Miño en enero. La ministra Ana Abrounhosa había comprometido la ayuda estatal en una visita a la fortaleza para conocer personalmente el impacto del corrimiento de tierras y la amputación que sufrió, perdiendo en total un paño de 100 metros de largo por 10 de alto en la zona de A Coroada, que es uno de los espacios más frecuentados por los turistas de la localidad lusa.