350 trabajadores reclamaron medidas de conciliación familiar en el juzgado de Vigo en los últimos cuatro años

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO

Una trabajadora sostiene la mano de una mujer mayor
Una trabajadora sostiene la mano de una mujer mayor COMUNIDAD DE MADRID | EUROPAPRESS

Los pleitos por compatibilizar el cuidado de hijos y dependientes suben un 38 %

10 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Hasta 350 trabajadores solicitaron en los juzgados de lo laboral de Vigo medidas de conciliación familiar para cuidar a sus hijos o a personas dependientes, o para reducir la jornada, en los últimos cuatro años. Sus respectivas empresas se oponían o obstaculizaban la medida, lo que generó un conflicto laboral que terminó en juicio. Las cifras se refieren al período en que empezó el confinamiento en el 2020 hasta el primer trimestre del 2024. La situación se ha agravado porque, en el primer trimestre de este año, los pleitos de trabajadores por la conciliación familiar y reducción de jornada librados con la empresa se han disparado un 38 % respecto a hace doce meses. Antes sumaban 21 y ahora 29. Este interés por contabilizar la vida laboral y la familiar se produce después del anuncio del Gobierno de que dichos solicitantes podrían ser despedidos legalmente, cuando antes era motivo de nulidad, un cambio que fuentes ministeriales atribuyen a un gazapo.

En el confinamiento por covid, entre marzo y junio del 2020, se vio que, gracias a programas de videoconferencia como Zoom, era posible teletrabajar y compatibilizar el cuidado de los hijos o de ancianos en el hogar. Pero la mayoría de las situaciones surgen en la vida cotidiana cuando los trabajadores sufren estrés y se ven desbordados por la incompatibilidad de sus horarios de empleo y sus compromisos familiares. Deben pedir permisos a la empresa para llevar a sus padres enfermos o impedidos al ambulatorio a hacer una revisión con el médico de cabecera, acompañarlos a urgencias tras sufrir un susto, o hacer gestiones para pedir ayudas o contratar a una cuidadora. El resultado es que el trabajador, en muchos casos, ha de solicitar o bien la reducción de jornada o, directamente, la solicitud de un permiso de varios meses hasta que se estabilice la situación en su hogar.

La abogada Jana Calero cree que la cifra de empleados interesados en conciliar tiene que ser mayor pero nunca llega a los juzgados porque muchos trabajadores acuden a los bufetes a consultar cómo actuar, si pueden solicitar teletrabajo para cuidar a dependientes o reducción de jornada. Solo se llega a juicio cuando las empresas ponen trabas. Y eso ha ocurrido con una media de 60 casos al año. En una jurisdicción como la laboral estas demandas son una gota en un océano pero se trata de casos extremos.

La nueva ley, mientras no se subsane el error, afectará a 60 trabajadores que han demandado a su empresa en lo que va de año y los siguientes en el último cuatrimestre. Esto los colocaría en riesgo de ser despedidos por haber solicitado la conciliación y, encima, por reclamarla en los tribunales. Las demandas presentadas entre el 1 de enero y el 31 de marzo fueron 21 para reclamar al juez la conciliación de la vida personal, familiar y laboral (un año antes solo había 13, por lo que casi se han duplicado). El segundo tipo de demanda se refiere a la adaptación de la jornada a la vida familiar y laboral. Bajaron de 8 a 6 casos.

La reducción de jornada es otro caballo de batalla. Se dan casos de trabajadores que pidieron un cambio de turno para llevar a su hijo al colegio y le replicaron que, si tenía pareja, esta se podía ocupar igualmente de esa actividad. Es decir, que no tenía por qué ser necesariamente él quien debía lograr el permiso. En otros casos, una trabajadora pidió otro horario y se lo dieron pero en una sede alejada de Vigo, por lo que le era imposible llevar o recoger a su hijo en el colegio y acudir a su centro de trabajo.

«La demanda no soluciona problemas inmediatos como tener tiempo para la hospitalización»

La abogada Jana Calero quiere matizar en primer lugar que las medidas de conciliación se plantean sobre todo para los cuidados, como los menores, dependientes y otros. Admite que los procedimientos judiciales, «de momento, son pocos, pero sí hay numerosas consultas tanto de empresas como de trabajadores». Las que más visitas recibe para informarse se refieren al permiso de cinco días por hospitalización, enfermedad grave y otros percances de un familiar cercano, y también respecto al permiso parental de ocho semanas. «Yo, de momento, y mis compañeros más cercanos, lo que tenemos son muchas consultas acerca de cómo aplicarlo, de cómo pedirlo fraccionado o si es o no retribuido», indica la letrada. Añade que «está previsto que lo desarrolle un reglamento que tendría que haber salido ya».

La letrada señala que si el asunto acaba en juicio, «evidentemente eso depende de la empresa. Si no está por aplicar la ley, la única manera de hacer valer derechos es demandar».

Jana Calero aclara que «en los casos de permisos como el de enfermedad u hospitalización de familiares, la demanda no soluciona el problema más inmediato que es disponer de tiempo para los cuidados en una situación normalmente no previsible».

En los próximos meses, probablemente los despachos recibirán nuevas consultas para que les aclaren todos los pormenores de la ley de Familia y su modificación de este año que aprueba cinco días de permisos retribuidos para cuidar a un familiar por hospitalización, que se extienden a 25 en determinados casos. Hay que pensar que, en el 2023, solo se otorgaban dos días.