El hasta luego de un tatuador «old school»

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Nortes, pionero del gremio con el estudio Costa Oeste, convierte la fiesta de 20 aniversario en una despedida del Paseo de Alfonso XII, un hasta la vista hasta que recomponga su negocio en otro local en Vigo

19 jul 2024 . Actualizado a las 09:39 h.

No cabe duda de que Nortes, el tatuador que está al frente del estudio vigués Costa Oeste (Paseo de Alfonso XII, 3), es un apasionado de su profesión. Poco espacio queda ya en su piel donde no haya una marca de tinta. El profesional, que se hace llamar por su apellido, llegó a Vigo en los albores del milenio.

Pero fue en Murcia, donde nació, donde empezó en 1996, a trabajar en este sector. «Estuve tres años y luego me marché a Barcelona, y cuando llevaba ya cerca de tres años en LTW, un estudio que entonces era de los más conocidos, me llamaron desde Vigo para ofrecerme venir», señala aclarando que cuando él recibió la propuesta, el local aún no tenía el nombre actual. «Estuve probando unos días y me quedé. A los dos años, el dueño se fue y me ofreció el traspaso, y aquí estamos, de repente han pasado 22», resume sobre esa etapa que ha pasado en un soplo, y de la que advierte que aunque parece anteayer, en el año 2000 internet estaba en pañales y no había redes sociales, por lo que no era tan fácil contactar ni estaba todo tan globalizado: «Le tuve que enviar por correo un book de fotos de mis trabajos», recuerda.

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Costa Oeste es un referente en Vigo, de los primeros que se afianzaron en la ciudad, ubicándose además en un espacio privilegiado, con imponentes vistas a la ría de Vigo y a su símbolo vegetal más notorio; el olivo que tienen delante, pero por poco tiempo.

El aniversario que pensaba festejar por todo lo alto, lo hará igual, pero con una espina clavada en la piel, pensando en una inesperada mudanza. Costa Oeste celebrará hoy y mañana 20 años desde que Nortes está al frente del establecimiento en el que continuará hasta que venza el contrato actual. ¿Y después? Por ahora, el tatuador no tiene respuesta. «Iremos viendo, lo que tengo claro es que voy a seguir», afirma.

El profesional forma parte del grupo de pioneros locales en ejecutar una práctica, entonces incipiente, que se ha generalizado hasta límites insospechados. «El primero creo que fue un chico italiano que estuvo en la tienda Caramba y cuando llegué había tres más: J.J., Black Bull y Tribal Tatoo».

La idea de que el volumen de pedidos que tiene actualmente los tatuadores da para todos es una falsa creencia que Nortes se encarga de revelar: «El bum comenzó un poco antes de que empezarán los reality shows y todos esos programas y personajes de la tele que echaron a perder el tatuaje», opina, recordando que las primeras convenciones del gremio en España tuvieron lugar en 1996 y 1998 con artistas internacionales que acercaron a España una tendencia que fuera ya estaba extendida.

Que haya actualmente tantos estudios de tatuajes no es tan buena noticia para los profesionales como parece. Nortes está desencantado con la deriva del sector: «Para mí no está en el mejor momento, en mi caso, el nivel más alto lo viví entre el 2004 y el 2009, desde que estaba en Barcelona, donde pasaron los mejores del mundo y fui absorbiendo conocimientos de todos ellos. Cuando llegué a Vigo se hacían diseños tribales y poco más, y yo llegué con un estilo clásico y tradicional, el que se conoce como old school», explica sobre su mejor época, años en los que recibía en Vigo clientes de todo el país para ser tatuados por él y salía habitualmente en las dos revistas especializadas que había. Años después vino el furor por el tatuaje y con la moda, las ofertas de franquicias del tattoo con las que es imposible competir: «Han estropeado los estudios de toda la vida, a los pequeños nos han reventado. A los chavales les hacen cuatro por 40 euros, vuelven encantados llenos de chorradas y les da igual tener algo bueno y en condiciones que eso», critica el artista, que está especializado en tatuaje tradicional americano (old school) y japonés. «Ahora ya no es algo alternativo, es al revés, alternativo es no llevar ninguno», bromea Nortes, que tiene tantos que ya no sabe cuántos, pero confiesa que su favorito es el nombre de su hija, el que más le dolió «fue en el culo», y el primero, con 15 años, «una rosa en la espalda en un festival de rock en Alicante», relata. «Pero yo ahora no tatúo a menores ni con permiso paterno», advierte el responsable de Costa Oeste, que trabaja habitualmente con los colaboradores Macsin, Ober, Anita y David Diz.

En la fiesta que se celebra hoy y mañana habrá mercadillos, barbería, sorteo de tattoos, DJs, conciertos y barras exteriores, compartiendo organización con la cafetería El Castro y A Póla. Hay seis conciertos entre ambos días, en sesión vermú y tarde/noche.