«Mi novela es agradable de leer y te deja el corazón calentito»

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO

Patricia Valls

La autora viguesa acaba de recibir el Premio Letrame en la categoría romántica por la obra «Aquello que guardamos»

30 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Amara Castro Cid (Vigo, 1975) acaba de recibir en Madrid el Premio Letrame 2024 en la categoría de novela romántica por el libro Aquello que guardamos. No es el primer galardón que obtiene. En el 2018, obtuvo el Premio Círculo Rojo con la novela Con esto y un bizcocho.

—¿Cómo recibe el premio?

—Estoy feliz, porque este premio supone un impulso muy grande y además es un reconocimiento de un jurado profesional.

—No es el primer premio que recibe. ¿Le da confianza?

—Me da confianza y motivación, y, al mismo tiempo, me hace pensar que actué bien cuando decidí dejarlo todo para escribir.

—¿Qué dejó?

—Dejé atrás un trabajo en la universidad en Portugal para dedicarme solo a escribir.

—¿Lo ha conseguido?

—Sí, ahora soy solo escritora. No me voy a hacer millonaria, pero sí me puedo dedicar solo a ello.

—¿Qué es «Aquello que guardamos»?

—Es la historia de Rita, una chica que sale del orfanato de Tui en 1945 y se va a trabajar como criada a A Guarda cuando solo tiene 16 años. Está inspirada en la mujer que nos cuidó a mis hermanos y a mí, y que ya había cuidado a mi madre. Luego, hay otra historia, fechada en el 2002, de una chica que, junto con su hermana, hace un regalo muy especial a alguien a quien quiere mucho. Las dos historias se entrelazan.

—¿Vive Rita?

—No. Era muy humilde y jamás pensaría que podía llegar a ser la protagonista de una novela, pero, todos podemos ser protagonistas de cualquier novela porque cada uno lleva sus propios pesos y se enfrenta a sus conflictos.

—¿Está de acuerdo con la etiqueta de novela romántica?

—Sí, estoy de acuerdo porque en la novela hay mucho amor, entendido en el más amplio sentido de la palabra; desde el amor de la amistad, al de una pareja madura que se quieren con cariño de verdad. No es la típica novela romántica, pero se puede catalogar así porque la sensación que nos deja es de amor y cariño. Si especificamos mucho y empleamos términos muy técnicos, podríamos decir que es una novela feel-good, porque es una novela agradable de leer y que te deja el corazón calentito.

—¿Escriben las mujeres de distinta forma que los hombres?

—Yo, como lectora, tiendo a escoger libros escritos por mujeres porque normalmente me tocan más el corazón. Creo que hay un plus que me hace empatizar más. Claro que también hay excepciones.

—¿Ve una línea literaria homogénea en su trayectoria como escritora?

—Sí, cada vez veo más elementos comunes en los tres libros, y también veo una evolución; si no la hubiera visto, no habría publicado la tercera novela. Hace falta crecer a nivel narrativo para sentirte satisfecha. Además, voy cogiendo oficio.

—¿Por qué es una constante Vigo en sus libros?

—Viví unos años en Portugal y eché mucho de menos esto, así que escribir situándome en Vigo me transportaba. Esto es un paraíso y creo que somos unos privilegiados por vivir aquí.

—¿Ese Vigo es un personaje o un escenario?

—En mis primeras novelas, era un personaje, especialmente en El tiempo suficiente. En Aquello que guardamos, Vigo es un escenario.

—¿Qué le aporta la literatura¿

—Lo que más me gusta de escribir es la sensación de saber que voy a hacer pasar un rato agradable a los demás. Me da mucha satisfacción que alguien me diga que lo ha pasado bien leyendo uno de mis libros. Son comentarios que me hacen pensar que le he regalado a alguien un tiempo de estar a gusto.

—¿Está ya escribiendo?

—Sí, y estoy muy emocionada porque creo que me está quedando muy bien (ríe). No, tengo un cosquilleo en el estómago que me indica que voy bien.