El Nuevo Migueliño regresa al mar para mostrar la riqueza de la ensenada
24 abr 2024 . Actualizado a las 20:38 h.El turismo de experiencias despegó tras el covid y la apuesta se mantiene. En Baiona, donde el año pasado Bluscus puso en marcha las primeras salidas de turismo marinero, navega desde ahora el Nuevo Migueliño. «En el turismo marinero, los clientes van en un barco de sexta lista hasta donde están los de los profesionales, para seguir su trabajo. Nosotros apostamos por el pescaturismo y los que vienen con nosotros, se suben directamente en la embarcación del pescador, que es la de tercera lista», explica Severino Casal Diz.
Este lobo de mar con más de veinticinco años de experiencia fue uno de los promotores de Amartumar, la asociación que echó a andar en Redondela en el 2019 para promocionar el turismo marinero. Ahora, amplió marco de actuación y flota, porque compró el Nuevo Migueliño y fichó a dos tripulantes. Uno de ellos es Xosé Álvarez Pousa, el hijo del último patrón de este barco que había quedado parado tras su jubilación. Tampoco le falta experiencia. «Nací en la playa y me crie en ese barco, en el que me enrolé ya con dieciséis años. Mi abuelo ya me lo dejaba llevar a las Cíes con diez años», recuerda Xosé Álvarez. Es la quinta generación de marineros de la familia y vuelve al mar tras un paréntesis en Canarias de la mano de este proyecto con el que recuperan la tradición y el barco familiar. El tercer tripulante es José Luis Fernández, otro redondelano.
El Nuevo Migueliño, un barco de madera de 1972 con once metros de eslora, fue restaurado por un carpintero de ribera. Además de devolverle la operatividad, hubo que incorporar otras mejoras para compaginar la actividad extractiva con la turística.
Ha sido un debut de altura. En su primera salida, el Nuevo Migueliño llevó a George Hide, profesor de estudios pesqueros de la University Centre Sparsholt de Inglaterra y a tres alumnos a recorrer la ensenada de Baiona. Es habitual que al final de curso hagan un viaje a Galicia para conocer el funcionamiento de diferentes puertos y entidades relacionadas con el sector por prime y, en su primera visita a Baiona, los alumnos disfrutaron de una jornada de pesca tradicional. «Lo que hacemos es poner en valor el trabajo de los profesionales ofreciendo la posibilidad de vivir en primera persona el turismo ecológico y natural», explican los promotores de la iniciativa. Pretenden además continuar diversificando la actividad del sector y, al igual que el Nuevo Migueliño completa la oferta de Bluscus, por ejemplo, los responsables de ambos proyectos apuestos por sumar sinergias con los profesionales de Baiona.
Estas actividades tienen precios que van desde los 95 a los 120 euros por persona (con descuentos para público infantil), dependiendo de la opción y el lugar de pesca que se prefiera, y están disponibles en diversas plataformas de reserva. Son salidas exclusivas para grupos de no más de cuatro personas. «Una experiencia única para descubrir la pesca artesanal y sus diferentes artes por espectaculares paisajes como las islas Cíes», proponen. Las salidas son, de lunes a viernes y duran, de media unas cuatro horas.
«El año pasado tuvimos visitantes de toda España y Portugal, tanto para la ruta de la sardina como para la del marisqueo flote», indica el gerente de Bluscus, Pablo Mariño. Sobre el potencial de cada aventura, destaca que «los visitantes alucinan con la riqueza marinera de la zona cuando ven a más de un centenar de embarcaciones en la ensenada trabajando en la cornicha».