África Sempere admite que le gustaría jugar más en el Guardés, su casa, pero asume con naturalidad que hay que repartir protagonismo entre tres pivotes
19 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.No es gallega, pero hace tiempo que África Sempere es de casa en el Guardés. Llegó al club en el año 2016 para formar parte del plantel que conquistó la liga en División de Honor femenina y, aunque en el 2021 decidió volver a Elche para estar más cerca de los suyos, regresó un año más tarde. Si bien su protagonismo esta temporada ha decrecido, asegura que nunca se ha arrepentido de la decisión; todo lo contrario. «Aquí estoy genial, adaptada y feliz. Me encantaría quedarme», dice mirando ya más allá de la presente temporada.
Por ahora, disfruta de un momento dulce del equipo de Cristina Cabeza, que afronta mañana la Copa de la Reina frente al Gijón a domicilio tras haber encadenado cuatro triunfos en el torneo de la regularidad. «Las victorias nos han dado confianza y autoestima, sobre todo, la del Bera Bera. Sabíamos la importancia de ganar en casa y a un rival de arriba», analiza. Por eso cree que es el mejor momento para la visita a las asturianas. «Estamos entrenando muy fuerte y sabemos de la importancia del partido. No nos lo van a poner fácil, pero vamos a ir con todo».
Aunque queden muchos pasos para optar a ello, no oculta que la ilusión es «ganar la Copa», asignatura que tienen pendiente. «Creo que se puede dar, porque hemos demostrado que podemos ganar a equipos como Bera Bera o Elche y con el Málaga estuvimos muy cerquita, compitiendo con los de arriba», señala. Sin olvidar que, antes de mirar más lejos, «todo pasa por ganar en Gijón para seguir soñando alto».
Apunta que el rival ha cambiado de técnico y eso dificulta saber qué se van a encontrar en este duelo. «No sabemos bien qué van a cambiar, pero seguro que hay otra dinámica y se vienen más arriba, así que va a ser más difícil que cuando nos hemos enfrentado en liga», advierte. Tiene claro cómo lo afrontan ellas: «No nos vamos a relajar».
Sempere está satisfecha con su aportación, asumiendo que son tres pivotes y «hay que repartir los minutos». «Quizás no tengo tantos como me gustaría, pero cuando salgo, intento aportar en la faceta en que me pongan, como por ejemplo, lanzar los siete metros», detalla. Su dilatada experiencia —el mes pasado alcanzó los 800 goles en la élite— le ayuda a afrontar mejor esta situación. «Tu mente está más preparada para aprovechar cada minuto cuando juegas menos y hacerlo lo mejor posible. Intentas no pensar en que no juegas tanto o no eres tan valiosa, sino que la experiencia te hace estar más preparada», afirma.
La sensación que tiene es de que la entrenadora, Cristina Cabeza, está contenta con su trabajo, pero se trata de cuestiones tácticas. «No le gusta mucho hacer cambios ataque-defensa y quitar a una para meter a otra persona supone hacer uno de esos cambios. Le da prioridad a las transiciones rápidas y creo que se debe a eso», reflexiona.
Ve al equipo cada vez más adaptado a la preparadora, a la que define como «exigente». Cree que tanto ella como la plantilla necesitaron acoplarse y que, pasado el tiempo, los resultados están llegando. «Al principio fue difícil, porque había muchos cambios y algunos resultados no se daban, perdiendo partidos que podíamos esperar ganar. Con tiempo y paciencia, ahora estamos a este nivel», celebra.
Llegados a este punto, Sempere apunta como objetivo para la liga «quedar lo más arriba posible», teniendo presente que «la clasificación para Europa sería un triunfo» que pasa por hacerse fuertes en casa. Pero ahora es tiempo de Copa y viajan a Gijón con confianza y ambición.