El Supremo descarta que el Parque Nacional das Illas Atlánticas vete actividades pesqueras para proteger las aves
VIGO
El alto tribunal desestima el recurso de la Sociedade Galega de Ornitoloxía, que reclama mayor control sobre la pesca artesanal. El plan rector se revisará en el 2028
29 nov 2023 . Actualizado a las 00:22 h.Una parte importante de la comunidad de las aves que habitan en el Parque Nacional das Illas Atlánticas, joya ecológica de Galicia, están catalogadas como de protección especial o en peligro de extinción. Su conservación ha sido objeto de debate en distintas ocasiones, desde la aprobación en el Congreso de la declaración de espacio protegido en el 2002. El Tribunal Supremo descarta ahora que el plan rector del parque sea el instrumento al que corresponde prohibir actividades pesqueras para la protección de aves en las Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada.
El alto tribunal señala que el plan rector sí está capacitado para establecer un marco regulatorio general, «incluyendo diversas previsiones relativas a la conservación de aves», pero matiza que la protección específica y de detalle de estos animales le corresponde al Plan Director de la Red Natura 2000 Galicia.
La Sociedade Galega de Ornitoloxía había presentado un recurso contra una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSXG) al entender que el plan rector debería prohibir determinadas artes pesqueras y arbitrar mecanismos para una conservación apropiada de especies protegidas como son el cormorán moñudo, el paíño europeo o la pardela balear (esta última en peligro de extinción). El arao común desapareció como especie nidificante hace ya años. El colectivo criticó que el documento que regula el espacio natural más protegido de Galicia «no incluye medidas sobre pesca artesanal que resulten apropiadas para evitar perturbaciones a las aves protegidas». Considera que el plan rector debería regular las artes tradicionales y una zonificación que compatibilice las zonas de alimentación de las aves marinas con estas prácticas.
Pero la sentencia del Supremo, que tuvo como magistrado ponente al expresidente del Consejo General del Poder Judicial Carlos Lesmes, establece que a este instrumento «no se le puede imputar deficiente regulación con efectos invalidantes por no haber regulado las artes de pesca tradicionales para hacerlas compatibles con las zonas de alimentación de las aves marinas o la sobreexplotación».
Consejo
En su veredicto, el Supremo aconseja a la Sociedade de Ornitoloxía que recurra directamente a la Red Natura de Galicia, que abarca más allá del ámbito de las islas. El alto tribunal explica que esa es la normativa en la que se podrían incluir las medidas de protección de las aves.
La creación de una gran área marina protegida
El primer borrador del plan rector de usos y gestión del Parque Nacional das Illas Atlánticas propuso, en el 2010, la prohibición o restricción de la pesca tradicional en 46 ámbitos marinos. La cuestión soliviantó a las cofradías de las Rías Baixas que trabajan en torno a las islas. Ante la posibilidad de restringir las capturas, el sector pesquero organizó protestas que, finalmente, hicieron que la Xunta de Galicia diese marcha atrás y cambiase el documento. Aquella propuesta estaba pensada para favorecer los valores naturales y los fondos marinos del parque. En Vigo, se llegaron a manifestar más de 2.000 personas para evitar la promoción de las zonas protegidas.
El Ejecutivo autonómico prohibió la pesca tan solo en el 2,7 % del espacio del Parque Nacional das Illas Atlánticas. Las restricciones se extienden a otras áreas de uso limitado, como los fondos de maërl y corales, y también las llamadas zonas de protección de aves.
Ha pasado más de una década desde aquellas revueltas de los marineros, organizadas por las cofradías, pero ni el paso del tiempo ni el descenso de capturas (entre otros, de martiños, morenas, bogavantes o el buey de mar) han contribuido a repensar la situación y poner en marcha las bases para crear un área marina protegida en el único parque nacional que tiene Galicia. El plan rector de uso y gestión está actualmente en su ecuador. Se revisa cada diez años y tocará actualizarlo en el 2028.
En todo este tiempo, diversos colectivos han solicitado la creación de zonas protegidas para la conservación de las especies marinas. Científicos del Instituto de Investigaciones Mariñas (IIM), por ejemplo, han puesto en valor esta medida para convertir a las Cíes en un laboratorio de experimentación único para descubrir características de algunas especies, como son la maragota o la raya mosaico. Consideran «imprescindible» una comunicación de confianza y responsabilidad con el sector pesquero para favorecer la compatibilidad de los objetivos de conservación. Durante muchos años, estos intereses han chocado.
Una zona protegida y con la actividad pesquera más controlada beneficiaría directamente a las aves marinas, como viene reclamando la Sociedade Galega de Ornitoloxía. El daño a determinadas especies sigue vigente. La Voz de Galicia publicó el pasado mes de septiembre, sin ir más lejos, imágenes del videógrafo submarino José Irisarri en las que se aprecia el fallecimiento de un cormorán atrapado por redes de pesca en aguas de las islas Cíes.