Una conductora que puso en jaque a la Guardia Civil en la AP-9 cumplirá 5 años de terapia
VIGO
El acuerdo contempló siete años de privación de libertad
21 sep 2023 . Actualizado a las 14:10 h.Una conductora mayor de 65 años que conducía en sentido contrario durante varios kilómetros por la autovía de Tui-Vigo y la AP-9 tendrá que cumplir cinco años de tratamiento de salud mental en un ambulatorio, según un acuerdo al que llegó el martes con la Fiscalía de Vigo. Y le privan durante siete años del carné de conducir. La infractora puso en jaque a varias patrullas de la Guardia Civil que la persiguieron por la AP-9, entre la autovía, en Puxeiros, y el túnel de Candeán, donde se estrelló. Por el camino, ocasionó dos accidentes con lesiones.
La acusada fue absuelta de todos los cargos porque la Fiscalía le benefició con una eximente completa del artículo 20 del código penal, pues la mujer padecía, previamente, una enfermedad mental grave que alteraba su voluntad. El Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo le impuso como medida de seguridad de libertad vigilada con la obligación de seguir un tratamiento de salud mental durante 5 años.
La Fiscalía le acusaba inicialmente de una conducción temeraria combinado con un delito de lesiones por imprudencia grave.
El incidente fue a las cinco de la madrugada del 10 de agosto del 2021. La conductora circulaba por la autovía A-55 de Vigo a Tui, desde el punto kilométrico 31.400 en sentido contrario, hacia Vigo pero por los carriles habilitados para circular en sentido Tui. Se cruzó a la altura del punto kilométrico 14 con un vehículo patrulla del destacamento de tráfico de O Porriño que circulaba hacia Tui y obligó a los agentes a dar un volantazo para evitar una colisión frontal. Se entabló una persecución en paralelo con las sirenas pero la conductora hizo caso omiso hasta el kilómetro 2,800 e incluso eludió a un agente que se apeó para darle el alto. Una vez que se internó en la AP-9, la conductora hizo varios trayectos de subida y bajada hasta que colisionó contra otra conductora que dio un volantazo para esquivarla. A pesar del accidente, la infractora siguió su marcha 150 metros y paró. La lesionada tuvo que ponerse un collarín y seguir rehabilitación.
El fiscal reconoció que la conductora padecía una enfermedad psíquica previa que le causó en ese momento una perturbación que anuló su capacidad.