El grupo quiere paliar el gasto con fotovoltaica y eólica en la planta de Balaídos
07 jun 2023 . Actualizado a las 19:41 h.Para fabricar algo más de 400.000 vehículos anuales, Stellantis Vigo consume tanto como 46.000 viviendas. Este enorme gasto se cubre actualmente con electricidad y gas, pero la factoría de Balaídos ya enfila una estrategia para dar el esquinazo progresivamente a los combustibles fósiles. La mayor industria del sur de Galicia se ha sumado a la fiebre de las renovables y, siguiendo las directrices del grupo, aspira a ser energéticamente autónoma en un 80 % en el 2030.
Para lograr un objetivo que no es fácil, Stellantis Vigo se centrará en en las posibilidades de la fotovoltaica y la eólica, que son las dos fuentes que están liderando la rápida expansión de la nueva economía energética mundial. En el primer caso, ya hay avances en Balaídos. Está en curso «la instalación de un parque de generación de energía sobre la cubierta de la fábrica» y que es tan grande como 24 campos de fútbol (170.000 metros cuadrados). Cerca de 27.000 paneles solares suministrarán el 14 % de la energía eléctrica consumida en el proceso de producción. Un primer paso. En concreto, este parque permitirá obtener 24 gigavatios cada año de electricidad descarbonizada. Los paneles solares tienen una vida útil media de 25 años con una inversión inicial amortizable entre 3 y 5 años
Otra línea que han esbozado desde Stellantis es suministrar de energía a la planta gallega gracias a un grifo procedente de instalaciones eólicas. Querrían hacerlo mediante un contrato de compraventa a largo plazo (PPA) entre la líder de automoción y un desarrollador renovable. Una de las ventajas que desprenden este tipo de acuerdos es que el precio que se paga por la electricidad es estable y predecible.
El coste de la energía se ha convertido en un verdadero problema para el tejido empresarial español en los dos últimos ejercicios. La dirección de Balaídos es consciente y apunta a los subidones de la electricidad como una causa que merma la competitividad de Vigo junto a otros players del grupo y desestabiliza las previsiones de negocio. El director de la fábrica de Balaídos lo explicó así hace un mes: «El coste energético de Portugal y Marruecos hace más atractivo invertir allí que aquí».
En cuanto al uso de gas, el proceso de pintura es uno de los más demandantes. Cada vehículo que se fabrica en Vigo (unos 2.300 al día) consume algo más de cincuenta euros. En esta división también lideran un proyecto para la implantación de una línea de tratamiento del agua industrial y reutilizar el 75 %.