No era un narcosubmarino, sino una carrilana flotante

VIGO

La vivienda en la que apareció el artilugio, en un galpón detrás de la casa principal.
La vivienda en la que apareció el artilugio, en un galpón detrás de la casa principal. Doniz

Apareció este lunes durante un desahucio y el propietario del inmueble aseguró a la Policía Nacional que lo construyeron varios amigos hace años, invirtiendo 6.000 euros, y nunca lo sometieron a pruebas de flotabilidad

23 may 2023 . Actualizado a las 22:24 h.

Calle Ana Isabel Costas Piñeiro, 26, interior, A Ramallosa, Nigrán. El inmueble, de diseño, se edificó a 400 metros de la carretera más cercana, en un espacio boscoso aislado, rodeado de carballos y eucaliptos. La vivienda, unifamiliar, se ubica en el extremo norte del terreno cerrado, de más de 2.000 metros cuadrados, piscina y un galpón independiente. El lunes por la mañana, funcionarios del Juzgado de Primera Instancia número 1 de Vigo se personaron ante el inmueble para ejecutar un desahucio 11 años después de iniciarse el procedimiento.

Llamaron al telefonillo instalado a la derecha del portalón metálico, pero nadie respondió. Previsible, la casa lleva al menos un lustro deshabitada. Un cerrajero, autorizado, abrió el portalón de rejas. El chalé, aunque vacío, conserva numerosos enseres y ropa de los antiguos propietarios en el interior. La inspección implicaba igualmente medir la finca, con su galpón; sin imaginar los integrantes de la comitiva judicial que hallarían dentro un artilugio con silueta de submarino.

Fue la sorpresa de la mañana, y del año para estos funcionarios, alejados de los asuntos penales, pero no de la actualidad. Galicia, y en concreto las Rías Baixas, es la región de Europa a la que llegaron los dos únicos narcosubmarinos requisados en el Viejo Continente tras cruzar el Atlántico con las entrañas repletas de cocaína. Ocurrió en el 2019 y el pasado mes de marzo.

En el solar hay también una lancha deportiva y un camión, ambos abandonados.
En el solar hay también una lancha deportiva y un camión, ambos abandonados. Doniz

A mayores, en el 2006, se halló otro ejemplar abandonado y a la deriva en la ría de Vigo, en el perímetro de las islas Cíes, que zarpó desde Moaña. Su objetivo era salir al encuentro de un barco nodriza que transportaba cocaína desde Sudamérica. Aquel artefacto, muy precario en su diseño, casualmente, también empezó a construirse de tapadillo en un galpón en el ayuntamiento de Nigrán.

Los funcionarios del Juzgado de Primera Instancia número 1 de Vigo, ante el artefacto que tenían a sus pies, no vacilaron. Alertaron al juzgado de guardia esta semana en Vigo (número 4) para saber qué era aquello y aclarar qué finalidad tenía. A mayores, se movilizó el grupo II de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional de Vigo. Urgía desplazarse a esa casa aislada en A Ramallosa y aportar luz a tanto misterio. Lo primero, por lógica, fue chequear las identidades de los antiguos propietarios de la vivienda.

El resultado fue negativo: ni son sospechosos habituales ni arrastran antecedentes. Lo segundo, inspeccionar el galpón y su contenido. La comitiva policial llegó a primera hora de la tarde. Dos furgones estacionaron a los pies del camino que conduce a la casa, justo ante la vivienda de Pilar. Ella, septuagenaria y afable, confesaba este martes, ya más tranquila: «Case me dá algo, parecía un desfile con tanto uniforme. Vaia despregamento».

Los agentes de la UDYCO movilizados, a los que se sumaron el comisario principal de la Comisaría de Vigo y el comisario provincial de la Policía Nacional, evidencian que al menos inicialmente existían indicios para sospechar que el artefacto se ensambló con las peores y más nocivas intenciones contra la salud pública. Pero a medida que pasaron las horas, y los expertos analizaron palmo a palmo la estructura, el globo se fue desinflando. Los agentes constataron que tenían ante sí un artilugio para navegar, de unos cuatro metros de eslora, sin más.

Proyecto venido a menos

También se contactó con el antiguo propietario de la casa, y constructor de la misma. En su declaración aseguró que el artilugio responde a un proyecto de varios amigos, aunque caro. Añadió que invirtieron unos 6.000 euros en materiales y otros gastos, y que efectivamente se diseñó para navegar. Aunque también admitió que el proyecto perdió fuelle con el tiempo y que ni realizaron pruebas de flotabilidad.

Es más: resulta muy posible que el artilugio nunca llegara a salir del mismo galpón donde se concibió y fue hallado ayer lunes para susto y asombro de sus descubridores. Pero su existencia y presencia en el galpón no era desconocida para el escaso vecindario. Al menos para Pilar, la residente más cercana. Ella conoce a sus antiguos vecinos, «incluso fixen de mediadora cando compraron os terreos para facer a casa, que eran de varios propietarios. Xa cando estivo feita a casa, ía cortar o céspede», explicaba este martes sentada a la sombra ante la puerta de su casa, antes de añadir: «Iso leva aí polo menos dez anos, eu recordo de velo tapado por unha lona. Pero claro, unha non pregunta por prudencia e discreción. Limitábame a cortar o céspede e deixar o xardín ben bonito. É certo que unha vez saíu o tema, pero non porque preguntara. O dono da casa díxome que era algo que facía un amigo seu moi manitas, e quedou así a cousa ata que onte me atopo semellante despregamento policial na porta da casa».

El hallazgo no tardó en trascender y ser de dominio público en A Ramallosa. Bastaba esta mañana con parar en algunos bares de la parroquia para testar las impresiones vecinales. La tesis más extendida es que el el juguete de 6.000 euros construido por un grupo de amigos tendría un corto recorrido, y que muy posiblemente nunca saldría de la misma parroquia de A Ramallosa.

Su destino, y motivo de construcción, sería una concentración de artefactos flotantes que se celebra en agosto, conocida como «Flota como poidas», donde los ocupantes de cada artilugio disfrutan en bañador y disfrazados sobre sus creaciones. Ya en la Comisaría de la Policía Nacional, hoy a primera de la tarde, un día después del hallazgo, no descartaban ninguna posibilidad sobre la finalidad realidad de la carrilana flotante que nunca se mojó con agua y salitre.