Miles de gallegos estrenaron el sistema de videovigilancia en el día festivo
18 may 2023 . Actualizado a las 23:08 h.Valença do Minho ha instalado un sistema de videovigilancia con cámaras en su fortaleza medieval. Los correspondientes carteles informativos sorprendieron ayer a cientos de personas ya que este enclave es el mayor centro comercial al aire libre de Portugal y el principal lugar de peregrinación de la raia para miles de gallegos, especialmente en festivos como el de ayer. Las cámaras ya están instaladas y en funcionamiento, confirmó a La Voz el alcalde valenciano, José Manuel Vaz Carpinteira.
«Se han colocado en el interior de la fortaleza y en las puertas de entrada al recinto para mejorar la seguridad, tanto de las personas como de los bienes patrimoniales», indicó el regidor. Es, a la vez, una medida disuasoria que aceptan de buen grado cuantos visitan la enseña del municipio. No hay ningún problema especial de seguridad en este emblemático espacio en el que los turistas campan a diario, si bien hace un año, sufrió un insólito robo. La fortaleza, catalogada como monumento nacional, perdió en la madrugada del 5 de junio uno de sus cañones del siglo XVIII. Se trata de una pieza de valor «incalculable» y de una tonelada aproximada de peso que estaba ubicada en el Baluarte do Socorro, cerca de la Pousada de San Teotónio. Se presume que, para llevársela, los ladrones tuvieron que tirarlo por la muralla hasta uno de los niveles intermedios y después al foso, que es donde podría haber accedido el vehículo que tuvieron que emplear para transportarlo.
En cualquier caso, apuntó Carpinteira, las cámaras solo pretenden mejorar la seguridad de personas y bienes. «Durante el día están siendo visualizadas por personal de Protección Civil para que, si hubiese algún incidente o necesidad, pudiesen actuar en el momento. De noche nadie está controlándolas y solo se visualizarían si se produjese alguna incidencia», aclaró el regidor valenciano para insistir en que su único uso es el de que prevalezca la seguridad en este espacio de 5,5 kilómetros de perímetro que recibe cada año a más de dos millones de personas, la mayor parte desde la ribera gallega del Miño. Los carteles en los que se informa sobre el uso de cámaras están visibles, efectivamente, en todas las puertas de acceso al recinto además.
El de ayer fue el día de mayor afluencia en el recinto tras el estreno del nuevo sistema de videovigilancia. «Feira semanal cheia e fortaleza à pinha», anunciaban desde hace días los medios lusos y, acertaron de pleno con el desembarco masivo de gallegos, aunque no hubo los problemas de movilidad que se registraron en otras ocasiones. Rozando los treinta grados al mediodía, los gallegos ganaban por mucho a los locales tanto en el mercadillo semanal como en las calles y plazas de la fortaleza y el lleno se alcanzó, como es habitual, a la hora de la comida. Muchos sufrieron las temidas retenciones de tráfico, pero no en el acceso a Valença ni en el puente internacional sino en Tui debido a las obras que se están realizando para reparar el talud que se vino abajo por las lluvias de diciembre. Al haber un carril cortado en la confluencia de la autovía y la salida de la autopista, el embotellamiento acabó provocando colas kilométricas un festivo más que pusieron a prueba la paciencia de los conductores, pero una vez superado ese tramo, había vía libre sobre el puente internacional.
Además del misterioso robo de un cañón que obligó a guardar los demás, Valença comenzó el año perdiendo un tramo de su fortaleza. Un derrumbe provocó la caída de unos mil metros cuadrados de la zona de A Coroada. El alcalde indicó ayer que confían en poder sacar a concurso las obras para su restauración en un mes y, a falta de que concluya la redacción del proyecto que se está redactando, la inversión será de entre 1,2 y 1,5 millones de euros. Carpinteira confía en que las obras, respaldadas por Lisboa, puedan comenzar septiembre.