
Interior revela cómo influye el sexo en la provincia en delitos por Internet
15 may 2023 . Actualizado a las 21:49 h.Los delitos que se cometen por Internet en la provincia de Pontevedra tienen sesgos de género y de edad. Así lo demuestran las estadísticas sobre criminalidad telemática que publica el Ministerio de Interior. A través de ellas se puede trazar un perfil de las víctimas mayoritarias de un delito por Internet.
Por ejemplo, con datos del 2021, las mujeres de 50 a 65 años figuran como las principales víctimas de las estafas con tarjetas de crédito por internet en la provincia de Pontevedra. Mientras las mujeres han presentado 616 denuncias en esta franja de edad por este delito, solo lo han hecho 538 hombres. No hay ningún segmento de edad que tenga tantas denuncias acumuladas por delitos informáticos en la provincia.
El sexo femenino es mayoritaria a la hora de ser víctimas de las estafas online, desde los 26 a los 65 años. Por ejemplo, entre 41 y 50 años, las mujeres vuelven a denunciar más que los hombres: 531 casos frente a 524. Y entre los 18 y los 25, las mujeres vuelven a ser predominantes: 193 casos frente a 183. Incluso siendo menores de edad: 6 denuncias de mujeres frente a tres de varones.
En edades más avanzadas, de más de 65 años, los hombres han sido quienes más han denunciado timos informáticos en la provincia: 261 frente a 228 mujeres.
El delito mayoritario en Internet es el fraude informático y las mujeres de la provincia de Pontevedra que denunciaron casos fueron 2.050 frente a 2.045 de varones. Aunque solo hay cinco denuncias de diferencia y las cifras parecen casi similares, evidencia que hay cierto sesgo de victimización hacia el sexo femenino en ciertas franjas de edad.
Las féminas suelen presentar más denuncias, además, por otros delitos relacionados con las redes sociales, como los descubrimientos de secretos, incluso si son menores de edad. No así en los delitos sexuales, donde hay once denuncias de niños y ocho de niñas.
Las mujeres de 26 a 40 años figuran como las grandes víctimas en delitos relacionados con el espionaje de móviles y de ordenadores.
Las chicas menores de edad y las mujeres de 50 a 65 años destacan entre las principales víctimas de delitos de Internet, según su género.
El abogado vigués Alberto Muñoz estudió en su despacho algún caso de víctima de estafa por Internet que era mujer pero «no hay diferencias sexuales. Todos podemos picar». También cuestiona que haya más mujeres estafadas online: «Yo creo que las más perjudicadas con las estafas son las empresas».
En el delito de interferencia en los datos y en el sistema, ellas vuelven a ser más: 29 frente a 27 varones. En otro delito, el de acceso e interceptación ilícita, hay 42 varones denunciantes frente a 63 mujeres.
En términos absolutos, en la provincia hay 2.532 hombres que denunciaron delitos frente a 2.453 mujeres. La diferencia está en que a los hombres les amenazan y coaccionan más por Internet que a ellas. Hay 305 denuncias de varones frente a 207 de mujeres. Son cien casos más, que es lo que desequilibra la estadística.
En otros delitos, como los ataques al honor, han denunciado tantos hombres como mujeres. Fueron 22 casos registrados. Las denuncias en el 2021 y 2022 se mantuvieron estables.
«Mi clienta lleva tres años con frentes abiertos»
La abogada viguesa Jana Calero Fernández tuvo que llevar un caso en el que la víctima de Internet era mujer y sufrió un delito típico: la estafa informática. Explica cuál era el perfil de la denunciante. «Era un perfil habitual, mujer de cuarenta y tantos, casada y con dos hijos, y trabajadora», cuenta. Aclara que no ve que haya un perfil habitual en este tipo de estafas «en las que no hay, en principio, un cara a cara con la persona estafada».
Su clienta acudió a su bufete en busca de asesoramiento legal porque «había hecho unos gastos con la tarjeta de crédito que ella no realizó ni consintió». El caso lleva ya tres años en el Juzgado de Instrucción de Vigo y, en parte, se solucionó. «El seguro de su tarjeta le devolvió parte del dinero», explica.
Pero la pesadilla no terminó ahí. Hubo segunda parte: «Después, aunque ella tenía la tarjeta bloqueada, le aparecieron más cargos». La discusión se centra ahora entre la entidad bancaria y la clienta. «El banco dice que esos cargos los aceptó ella y ella que no, en eso estamos ahora», comenta Jara Calero. La letrada explica que fueron cargos realizados por Internet, «parece que desde otro país».
Intentaron llegar a un acuerdo con la entidad bancaria. «El seguro del banco le devolvió la primera parte, después aunque supuestamente estaban bloqueadas la tarjeta y la cuenta hubo un segundo bloque de cargos», dice. Fue en ese segundo fraude cuando el banco afirmó que ella «los había confirmado a posteriori con alguna de sus medidas de seguridad, como por ejemplo una clave o la confirmación por la app». Pero la cliente y su abogada lo niegan: «Ella no hizo tal cosa. Los conceptos y procedencia eran los mismos, incluido el país».
Añade que, en cuanto a la denuncia, fue «muy lenta» en su tramitación. «Supongo que en la policía tienen pocos efectivos para la masificación de estos delitos en los últimos años», sugiere la letrada. «Esto fue hace mínimo 3 años y seguimos con frentes abiertos», lamenta.
Estos atrasos no se los achaca a la víctima ni mucho menos. «Mi clienta en todo momento fue diligente, presentó la denuncia, solicitó el bloqueo y aun así hay el segundo bloque de cargos. Volvió a presentar otra denuncia y a cerrar la cuenta bancaria», dice Calero.
«La estafa electrónica la hay de muchos tipos. Hace años a una amiga le clonaron la tarjeta en un cajero, entonces ahí el que use el cajero tocado es el perjudicado», comenta la letrada.
«El mismo malo ataca a muchas personas pero no le denuncian porque son dos euros»
Hace meses que la Brigada de Delitos Telemáticos de la comisaría de Vigo insiste en hacer estudios de inteligencia para investigar un hecho y que esas pesquisas no se circunscriban a la ciudad o la provincia de Pontevedra sino que se amplíen a una mayor extensión territorial. Como señala una especialista, sospechan que «el mismo malo está atacando a muchas personas, puede que uno solo tenga 150 o 200 víctimas».
«Lo que parece un delito leve en un caso, por ejemplo, en Vigo, al final ese malo se llevó 80.000 euros de una estafa que hizo a nivel nacional porque picó mucha gente. El mismo móvil se lo vendió a cientos», dice una experta de la comisaría de Vigo. «Es un trabajo que me gustaría hacer y profundizar, pero lleva mucho tiempo y muchos recursos», añade.
En las investigaciones judicializadas, cada grupo lleva su caso. «El mismo señor pudo haber sido identificado en muchas plantillas pero quizás si llegas el primero a un caso, puedas aunar las investigaciones que aún no están judicializadas», reflexiona. «Por ejemplo, una página web que hace importes irrisorios y muchas investigaciones no llegaron a nada aún y nosotros sí», dice.
«El mismo delincuente, al actuar de esta manera crea investigaciones en muchos puntos porque si yo le vendo a usted un móvil aquí en Vigo, y a otros de Cuenca, Albacete e Irún, con un mismo individuo se generan investigaciones en muchos puntos. Hay que intentar despilfarrar esos recursos», dice un compañero del departamento policial.
«Me gustaría profundizar en una estafa en una página web, buscar más hechos en España y en otros lados, y hay víctimas que no denuncian porque el importe es pequeño o porque piensan que la culpa es mía, o porque espera a que le llegue el producto y no le llega nunca, o por vergüenza», dice una experta. «Por dos euros, no denuncias», añade otro agente. Y recuerdan que el trabajo de bloquear una web desde la que se cometen estafas es más laborioso que identificar al vendedor que pasó irregularmente una tarjeta por la TPV. «Muchos casos de delitos leves no se quedan en nada, y quizás esa misma persona tiene 70 casos. Es el problema que tenemos en todas las demarcaciones», dice. «El daño al ciberdelincuente se le hace cuando acumulas hechos y un juzgado viene detrás. Nuestro trabajo es identificar al malo pero es imposible profundizar más», dice.