Sucedió en el Pontellas-Candeán y el padre del colegiado, que es guardia civil y al que no dejaban acceder al vestuario, fue el que avisó a las fuerzas del orden
15 may 2023 . Actualizado a las 05:05 h.Partido Pontellas-Candeán de benjamines, niños de nueve años. Pita un colegiado de 14, que durante un partido sin nada en juego, le solicita al entrenador local que cesen los insultos desde la grada haciendo este caso omiso. Pese a la violencia verbal, la contienda sin ningún incidente y con 2-3 en el marcador. Sin embargo, un aficionado local (según recoge el acta) intentó agredirle camino del túnel de vestuarios, algo que impidió una madre de un niño del equipo visitante.
Una vez en el vestuario, el colegiado pide al equipo local que requiera la presencia de fuerza pública sin éxito según relata el delegado de los árbitros en Vigo, Francisco Soto Balirac. Finamente es el padre del colegiado, guardia civil, al que no dejaban acceder al vestuario, el que acaba llamando a las fuerzas de la autoridad mientras el colegiado es presa de un ataque de nervios. El altercado no pasó a mayores, pero ahora es el turno de los comités y los juzgados.
El primer episodio de esta historia ocurrió en el terreno de juego. El colegiado, menor de edad y con su escarapela correspondiente, le solicita al entrenador local que pare los insultos, de baja intensidad, o que tendrá que ordenar la puesta en funcionamiento del protocolo de violencia verbal. El técnico, según el relato del responsable del Comité de Árbitros en Vigo, hizo caso omiso.
Tumulto al acabar el partido
El segundo capítulo ya tuvo lugar a la conclusión del partido, cuando el colegiado se dirigía a su vestuario. Entonces se montó un tumulto y puño en alto, un aficionado intentó agredirle, algo que evitó una persona del conjunto rival. Superado ese susto, el colegiado llegó a su vestuario y, ante la situación que se había originado, decidió pedir la fuerza pública en el recinto deportivo. Se lo comentó a un directo local, que indicó que no iba a llamar a las fuerzas del orden.
Presencia de la fuerza pública
De un modo paralelo, el padre del árbitro, que estaba en el partido, intentó acceder sin éxito a la zona de vestuarios y, ante la oposición de los directivos del Pontellas, sacó su placa de guardia civil. Una vez al lado de su hijo, que estaba muy nervioso y llorando (según testigos), fue él quien llamó a la Guardia Civil, que se presentó en el lugar con dos dotaciones. Con las fuerzas del orden ya en el recinto, los insultos continuaron, lo que supuso que los agentes le tomasen los datos y procediese hacer diligencias de oficio, lo que puede acarrear una multa. La persona que intentó agredir al árbitro huyó sin identificar.
Piden la máxima sanción
El altercado no pasó a mayores, pero ahora ya está en manos de Competición y desde el comité vigués de árbitros esperan una sanción ejemplar para el entrenador del Pontellas benjamín por su falta absoluta de colaboración. De un modo paralelo, han puesto el acta del partido en manos de su propio abogado para ver qué tipo de recorrido puede tener la negativa del técnico.
Por otra parte, han solicitado al club que haga un comunicado de condena de los hechos y que proceda a cesar al entrenador, ya que los colegiados no parecen dispuestos a pitarle al equipo si se mantiene en el cargo después de los hechos ocurrido. Según fuentes arbitrales, la presidenta el Pontellas se ha mostrado receptiva.