El alcanforero, un árbol enemigo para las polillas

Antón lois AMIGOS DA TERRA VIGO@TIERRA.ORG

VIGO

Son ejemplares procedentes de China y Japón, poco habituales en Vigo

07 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre el selecto grupo de huéspedes que nos resulta especialmente desagradable descubrir que se nos han instalado en casa están las polillas. Uno de los sistemas tradicionales para evitar que se nos coman la ropa (nuestras primas son de buen paladar y les gustan preferentemente los tejidos naturales) y de paso aromatizar los armarios era el uso del alcanfor, pero quizás no sepamos de dónde sale ese eficaz ahuyentador de polillas y que además se trata de un ilustre vecino.

El alcanfor, mejor dicho, alcanforero (Cinnamomun camphora), es un árbol de gran porte, que puede superar los treinta metros de altura y los dos metros de diámetro. De su madera y, sobre todo, de su resina y los aceites aromáticos de sus hojas se obtenía el alcanfor, aunque simplemente una bolsita con sus hojas dentro de los armarios ya resultaba muy eficaz. Actualmente el alcanfor ya se obtiene prácticamente en su totalidad por procedimientos de síntesis química.

Como curiosidad digamos que el alcanfor, que por cierto es pariente del laurel, además de ser un eficiente repelente de polillas tampoco resulta agradable para las aves, por lo que es muy poco frecuente que encontremos algún nido en un alcanforero. En cualquier caso entre la esencia de alcanfor y su carácter de especie exótica, no invasora, lo mantiene a salvo de plagas de insectos. Es originario de extremo oriente, muy común en China y Japón, desde donde se ha ido cultivando por todo el mundo, bien para extraer el alcanfor o como árbol ornamental pues su densa copa y las distintas tonalidades de sus hojas (rojizas cuando son jóvenes, de un verde muy brillante en su madures y otra vez rojizas cuando van a caer) lo hicieron muy apreciado en jardinería, no así sus flores blancas muy pequeñitas y discretas.

Su sistema de raíces es muy poderoso y buena parte de ellas son superficiales, por lo que nunca se deberían plantar en zonas pavimentadas a riesgo de que levante todo el cemento que se le ponga alrededor. En Vigo contamos con tan solo cinco ejemplares y son todavía muy jóvenes pues ninguno supera los cien años excepto el más antiguo que se ubica en la rúa do Redondo. Por su rareza todos ellos figuran en el catálogo municipal de árboles singulares, aunque ya sabemos que eso no significa gran cosa a efectos de su conservación.

Otro ejemplar interesante se encuentra en un lugar insospechado: el interior de los terrenos de la factoría de Stellantis. Contamos también en la ciudad con tres ejemplares de un primo cercano del alcanforero, el Cinamomo (Cinnamomun glanduliferum) que siendo también conocido como falso alcanforero hace evidente que no comparte las características de su primo. Pero los mejores ejemplares de alcanforero que podemos contemplar en nuestro entorno cercano se ubican en un lugar que no sería precisamente el primero en el que buscaríamos ejemplares botánicos notables: se trata de una gasolinera junto a la desembocadura del río verdugo, en el límite entre Arcade y Pontesampaio. A ambos lados de la tienda de la gasolinera podemos ver dos ejemplares impresionantes de alcanforero que bien merecerían al menos una primera evaluación para su posible inclusión en el Catálogo de Árbores Senlleiras de Galicia.

 Anoten como curiosidad que de otro primo cercano del alcanforero, el Cinnamomun zeylanicum, se extrae la canela.